Ana Silveira: «La Cidade da Saúde es ahora una esperanza para tener la nueva sede»

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

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xoan a. soler

El proyecto de A Choupana «quizá no era el espacio más adecuado», afirma la decana de la Facultade de Enfermería

14 dic 2020 . Actualizado a las 22:38 h.

Conseguir una nueva sede para el centro y una mayor estabilidad para el grupo de docentes más jóvenes son las dos mayores prioridades para Ana Isabel Silveira en su segundo mandato como decana de la Facultade de Enfermería de la USC. «Ahora no tenemos espacio ni profesorado suficiente para crecer. Estamos condicionados por unos recursos que no permiten más», afirma. Fue reelegida en febrero, pero acaba de tomar posesión del cargo, un acto postergado por la pandemia del covid-19.

-¿Cómo valora su primer mandato, desde el 2016 hasta ahora?

-Estuve en dos equipos directivos anteriores. En uno, como subdirectora, cuando aún no era facultad; y en otro, de vicedecana. Estaba muy centrada en la formación práctica de nuestra titulación, que es muy fuerte, pues supone un tercio de los créditos. A partir de esa trayectoria, y aunque la responsabilidad no es la misma, los primeros momentos en el decanato fueron difíciles, pues coincidieron con la acreditación del título y hubo agobios. Pero resultó bien y ahora la situación es más cómoda.

-¿Cómo se adaptaron a la pandemia del covid-19?

-En un primer momento, y siguiendo las directrices de la USC, optamos por la semipresencialidad, y este curso comenzamos con la mitad del alumnado en el aula y la otra mitad seguía las clases desde casa, en semanas alternas. Desde que comenzamos con actividades interactivas la presencialidad es total, en grupos de una veintena de estudiantes o poco más, pues tenemos espacios que nos permiten impartirlas así con seguridad.

-¿Cuáles son ahora las prioridades para este nuevo mandato?

-Que tome forma el esperado proyecto de una nueva sede para la facultad, y mayor estabilidad de nuestro profesorado. Son lo más importante para la mejor formación del alumnado y para un mejor futuro para el centro.

-¿Qué previsión tienen para la nueva sede?

-En mi anterior mandato ya era una prioridad y nunca perdimos la esperanza. Hubo aquel proyecto de situarla junto al Clínico, en el edificio docente Roberto Novoa Santos, que no prosperó, quizá porque no era el espacio más adecuado y, sobre todo, por la falta de recursos económicos.

-El rector habla ahora de la Cidade da Saúde. ¿Lo ve mejor?

-Sí, es un proyecto de hace años, incluso hubo planos, pero se vino abajo. Supone levantar la nueva sede en el Campus Vida, cerca del hospital y del Cimus, y de otros centros de investigación, junto con la nueva Facultade de Farmacia y otros servicios. Lo veo como una pequeña luz, una esperanza ahora para poder tener la nueva sede en un edificio propio a medio plazo. Estar cerca del hospital es muy importante.

-¿Por qué es tan importante?

-Porque en Enfermería, como también en Medicina, estamos un poco desubicados desde que funciona el Clínico. Hay docentes y alumnado que tienen actividad aquí, en el Campus Norte, y en A Choupana, y eso resulta complicado. Estar al lado del hospital soluciona ese problema. Lo veo un proyecto bastante realista y ojalá tenga viabilidad.

-¿Qué se precisa para la viabilidad?

-Recursos económicos. Creo que los responsables de la comunidad autónoma deben apostar por la educación y para que nuestra universidad sea un referente, sobre todo titulaciones como la nuestra. Creo que la actual pandemia del covid pone más en valor la enfermería como profesión y la hace más visible para la ciudadanía.

-¿Notan que Enfermaría ahora sea un grado?

-Nuestra titulación ha sido de las más favorecidas con la incorporación al grado. La diplomatura limitaba mucho, no se podía hacer el doctorado en nuestro centro. Ahora sí, tenemos un año más de formación y eso permite subir el nivel.

-¿Repercute en el alumnado?

-Sí. Antes, cuando finalizaban la carrera, su prioridad era trabajar. Ahora vemos que existe mayor interés en formarse más, a través de una especialidad, un máster que les dé acceso al doctorado, y poder crecer más. Eso les prepara mucho mejor para incorporarse al sistema sanitario, público o privado.

«Nuestro alumnado demostró con las pruebas del covid que trabaja bien»

Ana Silveira pertenece a la primera promoción de Enfermería impartida en Santiago. «El centro estaba en unos pabellones de lo que había sido la residencia del Burgo das Nacións y éramos sobre 900 estudiantes. La orla es espectacular, y eso que falta parte del grupo. Después se limitaron las plazas. Ahora admitimos 150, aunque con los traslados subimos un poco más, sobre 160 cada curso», explica.

-Al acabar la carrera usted la ejerció, en pediatría. ¿Cómo fue aquella etapa?

-Hice esa especialidad de pediatría y trabajé unos años. Después cambié de área y estuve en el banco de sangre antes de incorporarme a la facultad. Mi trabajo asistencial ya queda lejano, aunque me encantó.

-¿Hay relevo generacional en la Facultade de Enfermería?

-Hubo muchas jubilaciones de docentes los últimos años y tenemos profesorado joven, bien formado, que debe tomar las riendas del centro. Tienen contratos de asociados o ayudantes, les falta estabilidad laboral que se lo permita. El relevo es cuestión de tiempo, y de que el rectorado apoye esa mayor estabilidad.

-Alumnado de último curso de Enfermería hizo pruebas serológicas en la USC para detectar covid. ¿Cómo valora esa experiencia?

-Hay que felicitarles, porque fue una campaña ejemplar. Han colaborado de forma desinteresada, altruista, y lo ha hecho con auténtica profesionalidad. Nuestro alumnado de último curso demostró en esas pruebas del covid que trabaja bien.

-¿Qué le parecen los resultados?

-Muy favorables para la juventud. Se vio que no eran el vector más importante para el contagio del covid. De 14.000 pruebas en los campus de la USC, fueron positivos solo un 0,8 %. Estuve muy presente en esas pruebas y comprobé cómo nuestro alumnado es muy responsable respecto a esta pandemia.