Una vecina de Pelamios recrea el barrio en un belén que elaboró en el confinamiento

Por Sonia Portela

SANTIAGO

Xoán A. Soler

Dolores Alende dedicó un mes a realizar las casas de la calle con material de reciclaje

09 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada uno buscó cómo ocupar las horas de confinamiento sin perder la paciencia ni caer en la depresión. Dolores Alende, vecina de toda la vida de Pelamios, pensó que las manualidades podían ser una forma perfecta de ocupar las tardes y, de paso, hacer un pequeño homenaje a su barrio. Cuando fue presidenta de la asociación del barrio ya era conocida, además de por su faceta más reivindicativa, por su esmerada decoración navideña del local social. «Alí facíamos un belén que chamaba a atención. E agora, ao estar confinada, porque aínda que poida saír prefiro quedar na casa, dediquei tempo a crear un belén do barrio no meu salón», explica. El espacio, visto en la foto que acompaña esta crónica, puede parecer mucho más grande, sin embargo mide poco más de un metro y unos 60 centímetros de ancho. En ese minúsculo recinto caben desde el Auditorio de Galicia hasta el café bar O Cesto, incluido el edificio de piedra situado entre la iglesia y el local hostelero, al que no le faltan un par de mesas de su terraza. También está la capilla de Pelamios y su magnolio, el hórreo y el lavadero, reconvertido en portal de belén. Todas las edificaciones están hechas con material reciclable. «Caixas e cousas que tiña pola casa, calquera que busque na súa casa atopa como facer as cousas, só hai que ter un pouco de imaxinación. Os postes do lavadoiro son as varas das plantas», apunta. Al belén no le falta detalle. Sobre un tejado descansa un gato negro y blanco, idéntico al de Dolores. Y a la puerta de su casa se ve un legionario, una figura siempre presente en sus belenes y que también tiene su explicación. «É Lucho, meu marido, que fixo a mili na Lexión, e sempre o poño nos beléns coa figura. É para que estea preto de nós». También hay figuras con el traje gallego. Y frente al belén ha colocado el árbol de Navidad, montado con trozos de ramas rotas por algún temporal en el parque del Auditorio y decorado con estrellas de ganchillo y figuras de tela. Sin duda, Dolores sabe cómo ocupar el exceso de tiempo libre que le deja el covid. Aunque sin descuidar otra de sus pasiones, la música. Estos días también está atareada con la organización del Nadal Solidario, que sustituye el recital de corales en As Ánimas por un recital virtual, el próximo día 22: «Non esquezas recordar que se poden facer donativos para a Cociña Económica e o Albergue Xoán XXIII, na conta ES56 2080 0319 6930 4002 5983». Dicho queda.

Lecer en Boqueixón

Los catorce escolares de infantil del colegio Antonio Orza Couto, de Boqueixón, que dirige José Manuel Silva, participaron en la primera sesión del programa Venres de Lecer, que seguirá este viernes para niños de primero y segundo de primaria. El siguiente viernes será el turno de tercero y cuarto de primaria. En este caso, el plazo de inscripción está abierto y los interesados deberán apuntarse en el correo cultura@boqueixon.como o en el número de teléfono 981 513 115. En la primera sesión, los niños aprendieron a elaborar unas vistosas bolas para colgar en sus árboles de Navidad.

CEDIDO

Nadal en Santa Comba

Emma, Bieito, Iris y Andrea son cuatro niños de la parroquia xalleira de San Xoán de Grixoa que han puesto su voz para colaborar en un emotivo vídeo que une a 12 municipios en un mensaje de que llegarán tiempos mejores tras la pandemia. La idea partió de la asociación de vecinos y contó con la colaboración de los alcaldes de Santa Comba, Mazaricos, Zas, Coristanco, Outes, Muros, Cee, Negreira, A Baña, Cabana de Bergantiños, Ponteceso y Tordoia, si bien no todos los concellos invitados quisieron sumarse, señala Juan Sixto, presidente de la entidad. «A idea xurdiu para felicitar as festas dende este recuncho de Galicia dunha forma solidaria, nun ano en que vai ser moi difícil celebrar as reunións familiares con apertas e bicos, polo que o vídeo pretende ser unha mostra de esperanza», apunta.