Los beneficiarios del bono eléctrico en Santiago y su área caen un 31 %

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Naturgy tiene dos mil hogares menos que hace un año con rebaja social en la factura

28 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La principal comercializadora de energía eléctrica, Naturgy, contabiliza en Santiago y los concellos de su área 4.625 clientes beneficiarios del bono social eléctrico, un sistema que permite acceder a una importante rebaja en la factura a las familias que cumplen las condiciones económicas fijadas por la Administración central. Pero esa cifra representa una caída de más de dos mil beneficiarios del bono en el último año, y es inferior incluso al cómputo de enero del 2019 (5.663), unos meses después de la entrada en vigor del cambio en los requisitos para acceder a esos descuentos.

La reducción de los hogares que se favorecen del bono eléctrico de Naturgy sorprende a la propia comercializadora, que subraya que no es la encargada de conceder unas ayudas que son autorizadas exclusivamente por la Administración. En una situación económica normal, la pérdida del bono tendría como explicación más evidente que los clientes mejoraron sus datos económicos y que, por tanto, superan los límites fijados para recibir la ayuda social. Sin embargo, en plena pandemia del covid, con cientos de trabajadores en ERTE o en paro, y múltiples autónomos con sus negocios cerrados, la explicación del incremento de los ingresos no encaja como la más lógica. En Naturgy apuntan a diversos factores. Aunque no descartan casos puntuales de mejoras en el nivel de renta de las familias, la eléctrica señala otras causas, que irían desde el fallecimiento de clientes que podían haber sido beneficiarios del bono social hasta la decisión personal de no renovar esa ayuda por diversas razones, y también la de incumplir alguna de las condiciones para su concesión, como, por ejemplo, necesitar un incremento de la potencia contratada. Otra de las circunstancias que también implica la pérdida del bono eléctrico es la decisión personal de cambiar a la tarifa del mercado libre, que no es compatible con ese sistema de bonificación tarifaria.

También se plantea la posibilidad de que Naturgy perdiera clientes en favor de otras comercializadoras, que pusieron en marcha campañas de captación con atractivas rebajas. En esos casos, los bonos sociales eléctricos asociados a esos hogares computan ahora en otras empresas.

Sea cual sea la razón, en los concellos del entorno de Compostela se produce una caída sustancial de beneficiarios del bono de Naturgy. En el caso concreto del municipio de Santiago, en septiembre del 2019 había 2.103 contratos con bono social, y en el censo actualizado en este mes se contabilizan 1.617. Son prácticamente un 20 % menos en el plazo de un año, y coincidiendo con la crisis sanitaria.

Compostela llegó a tener más de siete mil familias con esas ayudas antes del cambio de los requisitos

En el primer trimestre del 2018 se introdujeron cambios en los requisitos que tenían que cumplir las familias para ser beneficiarias de las ayudas. Antes de esos ajustes, en Santiago había más de siete mil subvencionadas. Pero la Administración quería hacer más justo el acceso a una ayuda que dejó entonces de estar ligada exclusivamente a la potencia contratada, independientemente de la renta, para vincularla a los ingresos económicos. Esta modificación hizo que muchas personas que viven solas y tienen ingresos más altos, pero una baja potencia eléctrica contratada, perdieran esa ayuda social. El cambio dejó fuera así a miles de hogares que hasta entonces tenían descuentos en su factura eléctrica. En septiembre del 2019, un 10 % de las familias que lo habían perdido recuperaron el bono. Fue entonces cuando se superaron los siete mil beneficiarios en toda la comarca compostelana, de los que más de 2.000 correspondían a Santiago.

A pesar de esos ajustes en el acceso al bono social eléctrico, sigue sin resolver el problema con el que se enfrentan quienes viven en régimen de alquiler. Si no cambian el contrato de luz a nombre del inquilino, no pueden beneficiarse de las ayudas, ya que los propietarios superan con creces las condiciones económicas del bono social. Esta situación afecta especialmente a Teo y Ames, con un parque de viviendas de alquiler muy elevado.