Juan Blanco Valdés: «El virus ha tocado a la humanidad rica en su punto débil: no relacionarnos»

claudia souto SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

El director del Servicio de Publicaciones e Intercambio Científico de la USC cree que Amazon y las grandes franquicias acabarán con las librerías tradicionales

23 nov 2020 . Actualizado a las 23:54 h.

La edición de un libro es un proceso muy complejo. Desde que llega el texto hasta que sale a la venta la primera tirada de ejemplares, intervienen muchas personas: los diseñadores, impresores, encuadernadores… Una sinfonía de profesionales que necesitan la dirección de un maestro de ceremonias para no desafinar. «Como un director de orquesta», así es como Juan Blanco Valdés define su papel. Es el director del Servicio de Publicaciones e Intercambio Científico de la Universidade de Santiago de Compostela. Un servicio de extensión cultural que se encarga de transferir conocimientos a la sociedad. Juan destaca que la USC tiene una marca muy atractiva y plural, con centros de investigación que tienen la capacidad de llegar a diversas esferas de la sociedad. Para coeditar un texto, «siempre se buscan puntos de interés común entre nosotros y la otra entidad», explica.

Como todos los sectores, con el covid-19 han tenido que reinventarse para mantener la actividad. Asegura que han logrado sostener el ritmo de publicaciones habitual, que ronda las 23 revistas digitales y 40 libros. Una de las claves para que el teletrabajo funcionara fueron las óptimas condiciones de comunicación que hoy ofrece Internet. Además de la posibilidad de trasladar al entorno digital lo que ya tenían en la entidad, «un buen trabajo en equipo». Desde los inicios de la desescalada, hubo una súper-reactivación de los procesos. «Todo lo que quedó en la recámara hubo que recuperarlo en menos tiempo pero con la misma intensidad», dice Juan Blanco.

El año concluye con buenas sensaciones para la editorial. Destacan tres libros que celebran el aniversario de autores míticos. Es el caso de La narrativa de Delibes, cambio y tradición, en conmemoración del centenario del nacimiento del autor vallisoletano; La mujer del porvenir, dedicado a Concepción Arenal, y As formas do compromiso, en homenaje a Ricardo Carvalho Calero, el cual «me hizo especial ilusión porque me dio la posibilidad de recuperar su memoria, es una figura a la que le tengo mucho aprecio», relata Juan. Sin embargo, la parte de promoción, presentaciones, ferias del libro… todo ha desaparecido. Así sucedió con el Día das Letras Galegas, dedicado a Carvalho Calero, que no se pudo celebrar. En ocasiones se puede recurrir a sucedáneos digitales, pero, «¿la presentación de un libro?», se cuestiona Blanco Valdés, es un acto festivo y muy humano. «Esto es lo que hemos perdido con el virus, la esencia de las relaciones», afirma.

En cuanto al mercado global de la edición, el coronavirus ha golpeado con fuerza. Juan recuerda las palabras del teórico Joaquín Rodríguez, que aseguraba: «En el 2030 no quedará ninguna librería tradicional». Hay quien dice que es muy optimista, ya que cuando él lo formulaba, todavía no existía el covid-19. Santiago es una muestra de cómo la profecía se está cumpliendo. Librerías históricas han cerrado y se están quedando únicamente las franquicias, el gran enemigo para los libreros. A esto se suma el monopolio de los gigantes en venta online. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha declarado recientemente: «No compréis en Amazon». Esta frase representa muy bien, para Juan Blanco Valdés, el peligro de estas empresas que, recalca, «son la muerte segura del sector editorial y librero». Para el director del Servicio de Publicaciones de la USC, la pandemia ha acelerado la digitalización de la humanidad. Considera que, en muchos aspectos, podemos mantener un sistema telemático: «Hay cosas que ya no van a cambiar, que el virus ha obligado a replantear. Es la didáctica de una enfermedad que ha tocado a la humanidad rica en su punto débil: no relacionarnos».