Hostelería se ve al límite y exige indemnizaciones por las restricciones

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Las medidas añadidas esta semana «son a gota que colma o vaso», afirman

25 oct 2020 . Actualizado a las 22:32 h.

Dicen que no son el problema, sino parte de la solución para ayudar a contener la propagación del virus, porque en sus establecimientos, los de hostelería, se puede socializar en un contexto protocolizado y con un cumplimiento escrupuloso de todas las medidas higiénico sanitarias. Y a los datos del centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias se remiten. «Os contaxios nos establecementos de hostelería son residuais, non representan máis que o 3,5 %, fronte ao 14 % que se producen no ámbito familiar», dicen, tirando del diagnóstico de ese organismo del Ministerio de Sanidad. Y, sin embargo, todas las medidas restrictivas que se sacan en función de la evolución de la pandemia «caen sobre nós».

Es la llamada de socorro de un sector atacado en toda su línea de flotación por la pandemia y que observa que las últimas restricciones decididas para Santiago «son a gota que colma o vaso». Así lo sostiene Sergio Fernández, de Hostelería Compostela. Esta crisis sanitaria ha situado a sectores como el de hospedaje, ocio nocturno y hostelería «cun futuro moi incerto» al que las resoluciones administrativas «non lle están dando viabilidade, unha folla de ruta, un saber cando se poderá volver a traballar».

Y eso es lo que demandan, poder trabajar, con todas las cautelas que exige el covid, pero también en un horario con el que «poidamos subsistir». Y, si no puede ser así, exigen ayudas e indemnizaciones por un cierre obligado. Ya valoran reclamar un plan nacional de rescate y, de la Xunta, demandan que arbitre ayudas directas a los establecimientos, aunque la mejor ayuda, insisten, «é que se nos deixe traballar».

«O Xacobeo pode ser unha táboa de salvación, pero para quen chegue»

Porque, con más de la mitad de los negocios cerrados a raíz de las restricciones decretadas para la ciudad en los últimos días (el porcentaje es más elevado si se piensa solo en bares y cafeterías), y en un escenario tan incierto, «a nosa capacidade de resistencia está ao límite, é cuestión de meses», apunta Fernández en una ciudad en la que todavía se confía en que al menos una parte del Xacobeo sea «unha táboa de salvación». Pero, «para quen chegue», porque hay quien ve difícil incluso llegar a Navidad, advierte. Y si la situación se prolonga mucho más, en torno al 30 % podría no sobrevivir.

Abran o no abran, los negocios tienen que afrontar gastos mínimos y si las directrices no les permiten desarrollar su actividad, reclaman ayudas. Ayudas directas para alquileres, para servicios financieros adquiridos y gastos fijos ineludibles. «Temos gastos fixos aos que, abramos ou non, non se lles dá feito fronte». Y esos «teñen que subvencionarse», defiende Lois Lopes, otro portavoz del sector que apela a un plan de rescate y que igualmente ve en el sector más una solución que un problema en esta lucha contra la pandemia. Aporta la seguridad que no aportan otras alternativas de ocio que surgen por las limitaciones que se le han impuesto a la hostelería, coincide con Fernández. «Cumprimos coas medidas hixiénico sanitarias», dice el sector.

El sector se movilizará el día 28, convocado por ocho entidades

Si hace unas semanas eran mayoritariamente hosteleros y trabajadores del ocio nocturno los que se movilizaban delante de la Xunta, este miércoles lo harán todos los colectivos con intereses en la actividad hostelera. Las ocho entidades que representan al sector han secundado una convocatoria conjunta para sacar sus demandas a la calle y hacerlas visibles expresamente delante de la Xunta, tras las nuevas restricciones implantadas esta semana. El sector se siente «inxustamente criminalizado», además de «desamparado e sen ningún tipo de axuda», mientras las restricciones que se les están imponiendo, dicen, «levan meses provocando un devastador prexuízo económico». El miércoles demandarán «solucións reais» con una concentración en San Caetano tras una marcha desde el Obradoiro.