Moncho, Víctor y Gonzalo ponen el listón muy alto

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

cedida

Los tres técnicos del Obradoiro cumplirán los 301 partidos en los banquillos de la ACB en el partido que les enfrenta al Bilbao Basket

01 oct 2020 . Actualizado a las 21:06 h.

Moncho Fernández, Víctor Pérez y Gonzalo Rodríguez escriben con letras de oro la historia del Obradoiro. Mañana cumplirán en la pista del Bilbao Basket los 301 partidos juntos en la ACB, una cifra al alcance de muy pocos privilegiados y que los técnicos del Obra fueron consumiendo con gran esfuerzo y dedicación.

José Luis Mateo, director general del club, comenta que «es poco habitual celebrar esta cantidad de partidos en la Liga Endesa. No es nada fácil». Apunta, además, que son varias las variables que tienen que darse para poner el listón en una altura tan elevada. En primer lugar están los resultados, que es «una condición indispensable» al tratarse de una competición profesional. Pero entiende Mateo que sería «un error» quedarse solo en esta apreciación, porque «hablamos de tres personas que no solo piensan en ellos a la hora de trabajar, sino que también lo hacen en el club. Son gente de empresa».

Habla el directivo obradoirista, entre otras cosas, de «compromiso, lealtad, esfuerzo, dedicación y respeto». El tercer punto que pone sobre la mesa Mateo se centra en la «capacidad para disfrutar del camino, no estar pensando en el siguiente equipo al que se puede entrenar. Por eso estas camisetas de recuerdo, porque lo más importante para ellos es el siguiente partido, el 301 ante el Bilbao Basket».

Moncho Fernández, tras la intervención de José Luis Mateo, recuerda que «sobran las palabras» cuando se trata de hacer una valoración después de tantos encuentros en el banquillo de la máxima categoría del baloncesto español, y casi todos en el mismo club, en el club de tu mista ciudad. Por eso, el valor de los 301 partidos es doble.

El camino recorrido

«Estamos muy contentos por el reconocimiento del club, por el camino recorrido y por los 300 partidos que llevamos juntos en la ACB», señala el entrenador de Pontepedriña, quien insiste en que se trata de una larga trayectoria «en el equipo de tus amores, que acaba de empezar su décima temporada consecutiva en la Liga Endesa». Moncho Fernández recuerda que es «una fortuna formar parte del cuerpo técnico del Obradoiro, pero esto no es trabajo de solo tres personas. Hay muchísima gente detrás».

Agradecimientos

Por su parte, Víctor Pérez insiste en que llegar a esta cantidad de partidos en el banquillo «significa la estabilidad de un proyecto y la confianza que nos dieron en el club, en donde nunca se dudó de nuestro trabajo. Estamos hablando de una de las entidades más humildes de la Liga Endesa y nunca hemos desfallecido. Siempre hemos creído en lo que estábamos haciendo, con nuestras ideas». Al mismo tiempo, Víctor Pérez destaca «la confianza que el club tuvo, también en los momentos malos, que los hubo a lo largo de todos estos años».

Finalmente, Gonzalo Rodríguez quiso agradecer de forma especial el gran esfuerzo de todos aquellos que «lucharon por mantener vivo el club hasta que se hizo justicia» y al final se le concedió al Obradoiro el derecho a jugar en la ACB después de muchos años en los juzgados.

El técnico extendió los agradecimientos «a los aficionados y accionistas que hacen que todo esto tenga su razón de ser». Y, por supuesto, las gracias también para «quienes nos contrataron y para los compañeros por toda su ayuda y colaboración». Para Gonzalo Rodríguez hay en toda esta trayectoria un factor clave: «Nuestras familias nos ayudan mucho y son una parte fundamental para estar hoy aquí hablando de los 301 partidos en la ACB».

Gonzalo Rodríguez subraya que el cuerpo técnico del Obradoiro «tiene hambre de conseguir muchas cosas más» y recuerda que «yo no seria entrenador si no fuese por mi padre. Sobre el baloncesto organicé toda mi vida. Estoy muy orgulloso de pertenecer a este club y de lo que está consiguiendo el Obra».

El día a día

Asimismo, Moncho Fernández apunta que en los largos meses de confinamiento nunca pensaron en los 301 partidos en la ACB. «Sí hablábamos mucho de futuro, de jugadores que nos podían interesar y de trabajo. Pero no pensábamos en llegar a esta cantidad de partidos en el banquillo. Éramos los mismos técnicos, pero en casa. Durante el confinamiento pensábamos en el día a día, como siempre, en adaptarnos de la mejor forma posible a la situación».