Vino a Santiago solo por un año, lleva 32 y dirige el Conservatorio Histórico de Música

Por Sonia Portela

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Vera Kolar, que tiene 80 alumnos matriculados en el centro para este curso, es una enamorada más de la ciudad: «Me gusta estar aquí»

17 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En el Conservatorio Histórico de Música de Santiago temían que el coronavirus mermará su matrícula y situara el centro al borde del cierre. No ha sido así. «Los alumnos respondieron, y en el primer día de matrícula on-line se apuntaron 26. Está claro que estaban deseando volver». Su matrícula a día de hoy es de 80 alumnos, desde los 3 años hasta un joven de 37 que procede de otro centro y que cursará piano. El conservatorio apostó por ofrecer clases virtuales para no desatender a sus alumnos, y ahora «se ve el fruto del esfuerzo». Así lo reivindica Vera Kolar, la directora del Conservatorio Histórico, volcada estos días en los preparativos del inicio del curso y, sobre todo, en el engranaje de todas las normas del estricto protocolo sanitario. Subraya como una de las grandes ventajas del centro «que los grupos son muy reducidos, y las clases de instrumento, individuales». Vera llegó a Santiago desde la República Checa en 1988 acompañando a su pareja, que había sido contratado para impartir clases en la recién constituida Orquesta Xove, que dirigía Joám Trilho. «Estaba de baja por maternidad y mi exmarido no quería estar solo aquí. Era para estar cinco meses, pero después fue un año, y luego me quedé. Van 32 años y estoy contenta. Me gusta estar aquí», afirma. Al poco tiempo de llegar, Vera comenzó a impartir clases en el Conservatorio, y aún hoy es la profesora de chelo. Kolar considera que aunque ha mejorado mucho en los últimos años la enseñanza de música sigue estando muy por debajo de la media europea, pese a las grandes ventajas que aporta a los niños y jóvenes. «Son más sensibles, mejora su coordinación, el desarrollo mental y la memoria. Hay estudios que demuestran que tocar un instrumento evita enfermedades como el alzhéimer. La música favorece la organización», reivindica Vera. Recuerda que «hace 30 años todo el mundo quería aprender a tocar el piano, los instrumentos de cuerda eran totalmente desconocidos». Por fortuna, el trabajo de las escuelas y de los conservatorios obró el cambio. Ahora falta que la música gane valor en la enseñanza.

Sandra Alonso

Antón Costa, premiado

El Paraninfo de la Universidade fue escenario del acto de entrega de la tercera edición del Premio Luís Porteiro Garea a Antón Costa Rico. El galardón reconoce el esfuerzo del catedrático de Historia da Educación en favor de la normalización del uso del gallego en la USC, mérito que el premiado describió como «teimosía na defensa da lingua e da cultura». Costa Rico defendió en su discurso la necesidad de adquirir una mayor «confianza social» en el uso del idioma propio de Galicia. Los profesores José Antonio Caride y Jesús Rodríguez se encargaron de hacer la loa a un premiado del que el rector, Antonio López, destacó «os moitos méritos alcanzados». Moitos parabéns.

Antiguos alumnos

Antiguos Alumnos y Amigos de la USC abrieron la nueva temporada con una singladura a la isla protegida de Sálvora y la contemplación de las estrellas desde la aldea. Jornada de calor y algunas neblinas que no impidieron gozar de la bóveda celeste y la travesía regada con vino y mejillones a bordo del Pelegrín. Una treintena de personas participaron en la excursión, entre ellos la presidenta de la asociación Benita Silva, la anterior vicepresidenta Julia Melgar, la profesora de Historia del Derecho Teresa Bouzada, Germán Diz, Adelaida Rey, Antonia Suárez, Karmele Lasheras, Elvira Souto, Quintín Álvarez. Unos y otros gozaron de una actividad diferente en la que descubrieron estrellas y constelaciones visibles en el hemisferio norte.