También, el club local designó un responsable de su directiva para controlar que se cumpliesen todos los protocolos. Tanto en la grada como en los alrededores del césped, al público se le exigió que cumpliese en todo momento con la normativa, evitando grupos numerosos y controlando que se registrasen las distancias entre los asistentes. El público se sentó en la grada con dos butacas vacías entre persona y persona. En los dos fondos, a la derecha y a la izquierda de cada portería, el Estradense colocó sillas con dos metros de distancia, aunque apenas fueron utilizadas, pues los aficionados que asistieron se ubicaron casi en su totalidad en la tribuna.
Con todo esto solucionado, el balón se puso en juego entre dos rivales de categorías diferentes. El primer once del Compostela, que vistió de amarillo en su primer amistoso, fue el formado por Pato Guillén, Yoseban, Jimmy, Vesprini, David Soto, Bicho, Miki Villar, Pablo Antas, Josiño, Hugo Sanmartín y Primo. A seis minutos para el descanso, Christian entró por el ariete Primo, que se retiró tocado.