Los vecinos de Corexo celebran que se cancele el proyecto, pero esperan el aviso del Concello

borja casal SANTIAGO / LA VOZ

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La asociación de vecinos se muestra desconfiada y permanece a la espera de un aviso formal del Concello
La asociación de vecinos se muestra desconfiada y permanece a la espera de un aviso formal del Concello PACO RODRÍGUEZ

La plataforma vecinal seguirá movilizada para tratar de frenar vertederos semejantes en otros lugares

05 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La cancelación del proyecto de vertedero en Corexo ha sido toda una alegría para sus vecinos. En las últimas semanas, un grupo de ellos le hizo saber a la empresa promotora, con la que se reunieron en varias ocasiones, que ninguna de las dos partes saldría ganando si el proyecto seguía adelante: además de judicializar el tema, la plataforma vecinal haría todo el ruido posible para paralizar y postergar la construcción de la planta de tratamiento de residuos. Ante esto, la empresa se comprometió a repensar sus planes, que finalmente han decidido paralizar.

Tras conocer que la promotora solicitaba el desistimiento de la concesión de licencia, la gente de Corexo se mostraba alegre, aunque desconfiada por la falta de una notificación formal que les asegure, como parte implicada, que el proyecto se cancela definitivamente. «Estamos esperando la comunicación oficial por parte del Concello. Hasta que tengamos un documento por escrito que nos lo asegure no queremos cantar victoria», explica Daniel González, presidente de la plataforma vecinal. A falta de ese aviso y aunque la planta de residuos no se construya finalmente en la aldea, el sentir de sus habitantes es claro: lo que pudo pasar al lado de sus casas no debería pasar en ningún otro sitio. Por ello, la plataforma seguirá movilizada para colocar en la agenda pública los conflictos que genera la Lei do Solo. «Nosotros no solo nos oponemos a la instalación de un vertedero en Corexo, sino que también lo hacemos en cualquier otra zona que no sea adecuada para ello», indica Daniel. Para ello, la asociación se ha puesto en contacto con diversas instituciones, como el Colegio de Arquitectos, para promover un debate entorno a los problemas que genera esta legislación, que en la práctica le quita competencias a los municipios a la hora de proteger determinadas zonas de interés.

El caso de los vertederos ejemplifica perfectamente las situaciones que los vecinos de Corexo critican. «Los operadores de residuos ven la posibilidad de llevar sus proyectos a cualquier parte del rural por poco dinero. La ley promueve expectativas en el sector a costa de los valores patrimoniales de la gente», apunta el presidente de la plataforma, que cuestiona un sector que funciona con prácticas oligopolísticas y en situación de sobreoferta. El Plan de Residuos Industriais de la Xunta, cuenta Daniel, dice que «hay una actividad de gestión de residuos muy por encima de la demanda real». Y la hay, en muchos casos, a costa de la instalación de plantas que no cuentan, ni mucho menos, con la aceptación vecinal, como en el caso de Corexo.

Reacción del Concello

El alcalde de Santiago manifestó no tener más noticia de la situación del proyecto que lo publicado en prensa. «Se é así, paréceme fantástico. E se ademais da paralización tamén se solicita a renuncia, pois mellor», indicó Bugallo. El regidor apuntó que existe «un problema gravísimo derivado da Lei do Solo do 2016 aprobada polo PP». El PXOM, explicó el alcalde, regulaba todo el término municipal, incluyendo zonas de protección agrícola, forestal o paisajística, pero la ley excluye del ordenamiento municipal el suelo rústico, que en Santiago son 180 kilómetros cuadrados de los 220 que ocupa el término municipal, y esos quedan sometidos a las normas de las consellerías competentes.