La hostelería sortea la crisis con el apoyo económico de los ERTE

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

El sector augura cierres definitivos, en caso de no ampliarse la cobertura

22 ago 2020 . Actualizado a las 10:57 h.

El sector de la hostelería en Santiago debería estar a punto de cerrar uno de los meses más rentables del año, y sin embargo, las cuentas siguen sin salir y los nubarrones sobrevuelan a muchos negocios de la capital gallega. Aunque los trabajadores en ERTE del sector ya no son el escalofriante 95 % de los meses más duros de la pandemia, ahora los porcentajes están lejos de ser testimoniales. «Algunos sacaron a sus trabajadores del ERTE, pero otros muchos optaron por salidas parciales o por mantener a una parte de la plantilla y recuperar a otra. Incluso hay casos que sacan a algunos trabajadores a media jornada», apuntaron fuentes de Hostelería Compostela. Los porcentajes de quienes siguen «tirando del ERTE» es más alto entre el personal de los hoteles que entre el de restauración. Santiago, en agosto, debería estar casi al completo en los alojamientos, y especialmente entre los que están situados en el casco histórico, pero en cambio, hay muchos que están cerrados, y los que están abiertos no están consiguiendo alcanzar el 33 % de ocupación prevista para agosto.

Un síntoma de que el turismo está atravesando un mal momento es que, ni siquiera, las pensiones que suelen hospedar a muchos de los peregrinos que llegan a Santiago tras recorrer el Camino tampoco levantan cabeza. La previsión del 28 % de ocupación para agosto también es una meta excesivamente alta para este atípico agosto.

El cierre temporal de hoteles ronda el 30 % de la planta hotelera, e incluso entre los que están abiertos se juega con la apertura de algunas plantas y el cierre de otras.

José Liñares reconoce que, pese a que intenta mantener la calma y el optimismo, las últimas noticias de rebrotes están apagando su entusiasmo. Los casos de A Mariña afectaron a las reservas, y cuando comenzaban a recuperarse, llegaron los brotes de la ciudad de A Coruña, y «ni siquiera el Camino está respondiendo como se esperaba». La situación de Melide, en pleno Camino de Santiago, «es otro golpe para nosotros». José Liñares apuntó que, en la primera semana de agosto, hubo unos días aceptable para la situación actual, pero «desde la pasada semana y esta, las cancelaciones vuelven», apunta. Como justificación, Liñares recibe comentarios que dejan entrever el temor a la perdida de movilidad. «La gente no teme contagiarse, porque nos ven como destino seguro; pero deciden no viajar por si recortan la movilidad». Ni siquiera septiembre se presenta como un buen mes. «Sin congresos, sin turismo extranjero, septiembre va a ser malo», apunta el hostelero. Su esperanza y la de otras voces del sector es que «los ERTE se prolongue hasta que llegue la vacuna y se empiece a remontar. Sin la respiración asistida del ERTE, muchos negocios están abocados al cierre definitivo. No se pueden sostener los hoteles sin los ingresos mínimos durante un año».