Los vecinos de Conxo dicen que la tala se hizo ahora para evitar sus protestas

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

«Sabían que no cumplirían su promesa», recriminan en el barrio

20 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La decisión estaba tomada desde que comenzó la ejecución de las obras de remodelación del entorno de la iglesia de Conxo, y las más de 1.500 firmas recogidas para salvar los grandes árboles ubicados frente al psiquiátrico «no variaron ni un ápice el proyecto». Rafael Reyes, promotor de la recogida de firmas, y Mercedes Franqueira, vecina de Conxo, así como otros residentes del barrio coinciden en que la tala era una «decisión tomada». «Sabían que no cumplirían su promesa y que terminarían talándose», lamentaba ayer Reyes. Otra vecina que desde la ventana de su casa veía los cipreses le envió el vídeo de la tala a sus hijos para que vieran «caer la imagen de mi infancia y de la de ellos». La mujer comparte recuerdos de cuando era niña: «Tengo 70 años, y ya estaban ahí y eran grandes. Mi madre contaba que un tercer ciprés cayó sobre el tejado de la casa, cuando ella era una niña». Con sus palabras quiere dejar claro que los cipreses eran «muy antiguos».

Mercedes Franqueira cree que cuando pasen los años «diremos de los árboles de Conxo y del Campo de Conxo lo mismo que se dice del edificio Castromil. ¿Cómo se permitió hacer? Pero será tarde». Franqueira está segura de que la tala de los cipreses se planificó para ahora «en agosto, y se reforzó la zona porque temían acciones de los vecinos. Lo hicieron ahora para frenar nuestra protesta», apuntó. Rafael Reyes mantiene su intención de llevar el caso de los árboles y de la «desaparición de las piedras del Campo de Conxo a la Fiscalía. Estoy contactando con abogados para atar el tema». Como familiar de uno de los propietarios de las casas del Campo de Conxo, asegura que se retiraron las losas de la acera de estas casas, «que no estaban afectadas por el proyecto». Mercedes Franqueira destacó que las piedras que había delante de la iglesia estaban numeradas, por lo que, advierte, «esperamos que las reutilicen, pero cualquiera sabe qué harán finalmente».

La tala de los dos grandes árboles -uno de ellos, concretamente, un ciprés de Lawson, conocido como cedro de Oregón- se produjo a media mañana del pasado martes, cuando también se completó el sellado de las raíces de otros dos tejos, que ayer fueron trasplantados en el aparcamiento que se construye junto al centro de salud, en los terrenos del psiquiátrico de Conxo. Carlos Fernández Coto, de la Asociación para a Defensa do Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal), confirmó que el ciprés de Lawson de Conxo era uno de los pocos que había en Galicia. En Santiago queda otro en la Alameda.

Los vecinos recuerdan que tanto desde la Xunta como desde el Concello aseguraron que se intentaría salvar los árboles, y aclaran que los residentes querían evitar la tala de los antiguos. Insisten en que la mejor opción era integrar los árboles, que «forman parte de los recuerdos de varias generaciones, en el diseño nuevo», explicó Franqueira.

Por su parte, Carlos Fernández Coto apunta que «cortar árboles sin una razón muy justificada no es lo que hay que hacer en urbanismo y ordenación del territorio, teniendo en cuenta además el cambio climático». Recuerda que la tendencia europea es la de plantar árboles, no cortarlos. «Hemos pedido a la RAG que incluyan los términos arboricidio y arboricida en el diccionario, como tala injustificada de árboles. Cuando un técnico afronta un proyecto urbano, debe intentar no eliminar los árboles», advierte Fernández Coto.

Infraestruturas alega que los dos cipreses carecen de valor

En la Consellería de Infraestruturas reiteraron ayer que los dos árboles de gran tamaño talados durante la jornada del martes carecen de protección. Aseguraron incluso que son «falsos cedros», frente a la opinión de otros expertos que sostienen que uno de ellos es un cedro de Oregón, del que hay pocos ejemplares en Galicia. Ante las quejas por la eliminación de árboles en el entorno del Campo de Conxo, desde la Xunta se indicó que está prevista la plantación de nuevos árboles en la zona y que incluso se plantaron tres recientemente.

Señalaron que el proyecto, enmarcado en la mejora del acceso del Camino Portugués, fue consensuado con el Concello y que se mantuvieron varias reuniones con los vecinos de Conxo «procurando en todo momento atender as súas suxerencias». Entre ellas, mantener en la plaza un espacio para el tradicional juego de chave en las fiestas del barrio.