El Camino Portugués refuerza su información turística con dos oficinas abiertas en Francos

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

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cedida

El Concello de Teo y los amigos de la ruta asesoran al peregrino

19 ago 2020 . Actualizado a las 05:05 h.

El Camino Portugués es la segunda ruta de peregrinaje a Santiago tras la vía francesa, y aunque este año las peregrinaciones han caído en picado por el coronavirus, en las últimas semanas el goteo de visitantes va en aumento. Y por vez primera tienen a su disposición en el entorno de la carballeira de Francos, en el municipio de Teo, dos puntos distintos de atención e información turística.

El Concello optó por abrir este año un oficina en la Casa Común de Francos durante los meses de verano. Iria Otero, edila de Turismo, destaca la dotación de este servicio, que presenta como «unha experiencia piloto de cara a detectar as necesidades do turismo que trae esta ruta». La oficina funciona con un horario matutino (de 7 a 14 horas) todos los días de la semana.

El personal encargado de atender a los peregrinos del Camino Portugués reconoce que durante el mes de julio constataron un incremento de visitantes, sobre todo en las primeras horas de la mañana, ya que dada la cercanía de este lugar con Santiago permite llegar en la misma mañana al Obradoiro sin agobios.

Dada la nueva normalidad, además de información turística, los peregrinos extranjeros también demandan información sobre el coronavirus y la distinta normativa que se debe cumplir, sobre todo a la hora de registrar las entradas. En esta oficina también es posible sellar la credencial que atestigua el paso por este lugar, una de las zonas «máis simbólicas polas que pasa o camiño, a carballeira de Francos», resalta Otero.

A escasos metros de la Casa Común de Francos está la capilla del Espíritu Santo, en la que la Asociación de Amigos del Camino Portugués de Ames y Teo, vinculada a la Unidad Pastoral de O Milladoiro, también asesora a las personas que realizan esta ruta jacobea, aunque en su caso la atención está más enfocada a las peregrinaciones por motivos religiosos o espirituales, lo que permite rezar en el pequeño templo, pero también descansar, meditar y actualizar la credencial antes de entrar en Santiago. Su horario también es matutino, de 8 a 13 horas, con cinco personas voluntarias que se van turnando para que el servicio esté siempre operativo. Durante el pasado mes de julio atendieron al pie de la capilla a 857 peregrinos, un número mucho menor que el año pasado, cuando a finales de agosto el balance rondaba las 17.000 personas.

Cifras aparte, lo que más echan en falta, resalta Mónica Vidal, es la dificultad para una acogida al peregrino en la que la cercanía y el afecto a la hora de compartir las experiencias del Camino deben realizarse siguiendo los protocolos de seguridad con toda la distancia física que esto implica.