Hemeroteca | Año 2004 | El botafumeiro vuelve a volar con la nueva maroma

La Voz

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Los tiraboleiros probaron con éxito la nueva cuerda, que sustituyó a la anterior, muy gastada

18 ago 2020 . Actualizado a las 05:10 h.

Hace hoy 16 años, el botafumeiro volvía a volar. Fue un parón obligado por el desgaste de la soga, que tuvo que ser cambiada y no valía cualquiera, sino que debía ser una maroma de resistencia contrastada. Las pruebas fueron satisfactorias y el deán de la Catedral, en esa época el ya fallecido Manuel Calvo Tojo, anunciaba la esperada buena nueva.

La maroma de estreno había sido donada por Pescanova. Veinticuatro horas antes de la «inauguración», los ocho tiraboleiros de la Catedral comenzaron a tirar de la recién estrenada cuerda que sostenía el botafumeiro, para probar su consistencia.

Lo hicieron levitar tres veces hasta casi tocar el techo de la Catedral ante la atenta mirada de cientos de personas que se agolpaban en ese momento en torno al altar mayor. Solo un detalle diferenciaba el desplazamiento en esta prueba respecto a los de una ceremonia normal en la basílica: el botafumeiro no transportaba incienso en su interior.

La tercera parada del gran incensario a cargo del tiraboleiro mayor, Armando Raposo, dio paso a las palabras del deán, que explicó el motivo del «espectáculo» al que los presentes acababan de asistir y notificó que el botafumeiro no se pondría a funcionar de nuevo hasta el día siguiente -tal día como hoy del 2004- porque aún era necesario «engrasar el sistema», aunque ya estaba preparado para volar.