Carla Reyes: «Quiero crear una asociación júnior y ayudar a las jóvenes emprendedoras»

Susana Luaña Louzao
SUSANA LUAÑA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

La entidad creció con la pandemia: «Se dieron de alta una treintena de mujeres»

18 ago 2020 . Actualizado a las 13:35 h.

Lleva siete años como presidenta de Executivas de Galicia, entidad que cumplirá en el 2021 un decenio de vida centrada en poner en valor y en defender los derechos de las mujeres empresarias, directivas y emprendedoras. Ni se imaginaba que la efemérides fuese a coincidir con un momento tan difícil, porque es la mujer trabajadora la que sale peor parada de la pandemia. «Somos las reinas del trabajo temporal y del sector servicios», recuerda.

En las semanas de confinamiento pensó que muchas socias se darían de baja por no poder hacer frente a tantos gastos que se les venían encima. Pero no fue así. «Creo que hubo dos bajas nada más, y por el contrario, una treintena se dieron de alta». ¿A qué se debió ese incremento? Carla Reyes está convencida de que fue el esfuerzo que hizo la asociación en esos momentos de incertidumbre. «Hicimos mucho trabajo online, muchos encuentros digitales, y hubo mucha gente de zonas más alejadas que no solían participar y que se sumaron».

Uno de los aspectos que más debatieron esos días fue el del teletrabajo, y la experiencia le mostró a la veterana presidenta de Executivas de Galicia e impulsora de Referentes -un fichero de las profesionales más reconocidas en la comunidad- que la opción de trabajar desde casa tenía más sombras que luces. «Tuvimos muchas discusiones en torno al teletrabajo y la conciliación, porque vimos que daba lugar a casos de ansiedad por tener que compatibilizarlo con la casa y los niños. Hubo mujeres que lo pasaron fatal, que tuvieron que trabajar con el niño en el colo». Lo visto le lleva ahora a decir, tajante, que teletrabajo y conciliación «son incompatibles». ¿Por qué? «Porque tiene efectos perversos. Antes pensaba que iba a ser una reivindicación feminista y no lo es, para nada».

Carla Reyes cree que las reuniones telemáticas que celebraron entonces y las conversaciones por whatsapp permitieron ayudar a personas «que lo estaban pasando francamente mal, porque estaban solas», además de apoyarse unas mujeres a otras. «Fue un medio de comunicación constante que nos permitió hacer compras colectivas o informarnos sobre cuestiones como los ERTE o las normas de protección».

Esa fue la parte positiva de los momentos más duros de la pandemia. La negativa es que en Executivas están convencidas de que, con la crisis, los temas de igualdad van a quedar relegados a un segundo o a un tercer plano. «Mucho nos tememos que haya un retroceso en lo avanzado en estos años».

El componente emocional

En ese temor y en las incertidumbres de futuro, que seguramente obligarán a muchas profesionales a reinventarse, explica Reyes ese incremento de altas en la entidad. «Pero creo que también hay un componente emocional, la necesidad de estar vinculadas a un grupo en el que se comparte todo. He comprobado la necesidad que tiene la gente de estar en red».

Pudo constatar, también, que la incertidumbre no embarga solo a las ejecutivas veteranas, sino también a las jóvenes que acaban de dejar la universidad y quieren emprender, pero que ven muy negro el panorama. Pensando en ellas, Executivas de Galicia prevé poner en marcha un nuevo proyecto. «Quiero crear una asociación júnior y ayudar a las jóvenes emprendedoras para que puedan beneficiarse de nosotras como mentoras. Tanto yo como otras ejecutivas hemos sido mentoras en la universidad y se me ha ocurrido trasladarlo a una nueva entidad en la que puedan hacer red, para apoyarse mutuamente».

Si nada lo impide, será en septiembre.