El santiagués que detiene el tiempo cuando baila

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

LORENZO NEGUERUELA

Mauro Rábanos ha grabado coreografías en distintos espacios públicos de su ciudad natal y a pocos dejan indiferente

15 ago 2020 . Actualizado a las 11:34 h.

En ocasiones, la fama llega sin buscarla. Una persona (o, en estos tiempos, una publicación en Internet) se cruza el día indicado, en el momento indicado, y abre todas las puertas al talento. Mauro Rábanos Bruñuelas todavía está esperando ese momento, porque dotes no le faltan. Lleva bailando unos 18 años. Se inició con solo 7, de forma autodidacta, imitando «lo que veía en las pelis y en YouTube». Lo marcó de niño una en concreto, cuenta, You Got Served, donde descubrió que las danzas urbanas iban «mucho más allá de dar vueltas en el suelo». Empezó a formarse y ahora sus coreografías tienen un poder casi hipnótico, capaces de detener el tiempo y tocar la fibra hasta de aquellos que poco saben de baile experimental y contemporáneo, su punto fuerte.

«Creas desde tus propias movidas y paranoias interiores. Esa rama de suelo me encantó, porque me abría otra puerta», dice Mauro. Su formación comenzó a los 11 años en la Escuela de Música y Danza Alfaia. Con 16, empezó en el Centro IB Urban Dance Studio, donde pudo explorar nuevos estilos y hoy es profesor, así como en Siliria Dance Center. Alumno de Iria Barona, quien hace dos años logró que sus pupilos fuesen campeones de España de hiphop, también forma parte del elenco de su compañía profesional, Axove. En el centro de danzas urbanas de la avenida de Lugo pudo dar clases con algunos de los referentes en la disciplina, como Christian González, Carol Bastida o Chey Jurado. Sobre este último, apunta el bailarín santiagués, «tuve una de las mejores clases de mi vida. Fueron cuatro horas, pero me marcaron. Me inspiró a experimentar y aprendí que siendo yo mismo puedo crear cosas guais». Desde hace unos tres o cuatro años, Mauro se lanzó a grabar sus córeos en distintos espacios de Santiago. La primera, con la Cidade da Cultura como telón de fondo, a pocos deja indiferentes. Luego vendrían otras en la avenida de Xoán XXIII y, unos meses antes del confinamiento, en el Pedroso.

«Durante la cuarentena estuve formándome online y ahora quiero ir a Madrid para seguir aprendiendo», indica el bailarín, quien desde hace años compagina esta con su otra gran pasión, la batería, y ha formado parte de distintos grupos.

Su padre es profesor de música. «Seguramente me viene la vocación por ahí», comenta, al tiempo que destaca que «sin el apoyo de mis padres no podría seguir con esto para perseguir mi meta, poder independizarme y vivir de esto». En cuanto al bum de los bailes compartidos en redes sociales, apps y todo tipo de plataformas digitales, Mauro reconoce que «aunque cada vez hay más gente bailando, intentando abrirse paso, es una manera también de motivarte para ser mejor. Creo que cada uno tiene su hueco y hay que entrenar y trabajar para destacar».

Nueva directiva en el Casino

La asociación cultural Casino de Santiago mantendrá, siempre que la pandemia lo permita, los proyectos previstos para este año, como son en septiembre la campaña de lectura de los finalistas del Premio Novela Europea, así como el fallo del Lorca, Guerra da Cal, Blanco Amor. Y, en la medida de lo posible, tratará las iniciativas paralizadas a causa del covid, al tiempo que planea ofrecer «actividades significativas» para el año santo. Así lo trasladaba ayer la nueva directiva del Casino, elegida este mismo jueves, con Ubaldo Rueda como presidente y Maribel Martín y Milvia Varela como vicepresidentas. El equipo lo completan María Baleato (secretaria), José María Álvarez (vicesecretario), Laura Lorenzo (tesorera), Antonio Ribeiro (vicetesorero), Xesús Fernández Sulleiro (responsable de actividades), Francisco Montero (responsable de relaciones con otras entidades) y Maximino Zumalave (asesor responsable de actividades musicales).

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Maratón solidario hasta Compostela

Padece una enfermedad genética degenerativa diagnosticada cuando tenía 12 años y le ha ido reduciendo su campo visual poco a poco. David Mediavilla convive con la retinosis pigmentaria y desde hace tiempo el atleta se apoya en el deporte para darla a conocer y recabar más apoyos. El próximo reto en el que se embarcará es el Camino de Santiago. Partirá el próximo jueves desde Victoria (Pais Vasco) y recorrerá más de 600 kilómetros en 14 etapas, por lo que correrá un maratón diario por una buena causa. Si todo sale según lo previsto, cuenta con llegar a la meta jacobea el 4 de septiembre, permitiéndose dos días de descanso entre medias para recuperarse del trote. Su principal objetivo con esta gesta (respaldada por Retinosis Retina Begisare), además de dar visibilidad a la enfermedad, es inspirar a todas las personas con una discapacidad visual a marcarse nuevos retos.