Cuatro conciertos monumentales en la iglesia de Bonaval

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La música de Iván Vilela, Pärbo, Fernando Barroso y Cupeiro, un lujo en el TradFest

27 jul 2020 . Actualizado a las 23:26 h.

Un escenario de lujo para auténticos virtuosos. La iglesia de Bonaval se incorporó ayer como uno de los escenarios del Compostela TradFest y el resultado fue monumental. Solo se echó en falta una mayor capacidad para acoger al público, ya que a la limitación derivada de las dimensiones de la iglesia, hubo que añadir las restricciones impuestas por el protocolo contra el covid-19. Los asistentes fueron unos privilegiados que pudieron disfrutar de músicos del prestigio de Iván Vilela, Fernando Barroso, Pintos y Riobó (Pärbo) y Abraham Cupeiro, cuyos sonidos tuvieron el realce de una sonoridad fastuosa.

Empezó de mañana el brasileño Iván Vilela, poco conocido en España pero una autoridad de la música popular en su país y en el mundo lusófono, donde acumula una amplísima trayectoria como concertista, compositor e investigador, tarea esta que desarrolla en la Universidad de Sao Paulo, donde es profesor, y actualmente también en la portuguesa de Aveiro. Virtuoso de la viola caipira (viola brasileña de diez cuerdas), su repertorio se mueve indistintamente entre lo erudito y lo popular.

El compositor y productor ferrolano Fernando Barroso dejó igualmente prueba de su excelencia con instrumentos de cuerda, ya sea con el bouzouki griego o a la guitarra. El folk entró también en la iglesia de Bonaval, y fue con el dúo Pärbo (Begoña Riobó y Anxo Pintos), que con el violín, la zanfona y la voz de Begoña dejaron sonoridades puras.

Espectacular, finalmente, Abraham Cupeiro en su didáctico recorrido por la historia de los instrumentos musicales de viento. Muy aplaudido en cada una de sus interpretaciones, con la primigenia flauta de hueso hasta el cornetto, «un dos instrumentos máis fermosos», pasando por su emblemático karnyx celta, el cuerno de Pompeya y muchos otros que sonaron en Bonaval mejor de lo que se podía escuchar hace más de 2.000 años o en la Edad Media. Entre otras exquisiteces, Cupeiro regaló al público un viaje musical por la ruta de Marco Polo.