Uxía Carrera
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I. C.
La renovación del voto a San Roque contó de nuevo con la máxima representación institucional de la ciudad. El acto estuvo presidido por la alcaldesa en funciones, Mercedes Rosón, que asumió el cargo durante las vacaciones de Sánchez Bugallo. El último gobierno local, de Compostela Aberta, no acudió en sus cuatro años de mandato a esta cita, como tampoco a la Ofrenda del 25 de julio al Apóstol, por su criterio de separar la actividad política de los actos religiosos.
El grupo socialista, que siguió asistiendo a la cita desde la oposición, retomó su presencia como gobierno. Acudieron Mercedes Rosón y el concejal Gonzalo Muíños. La alcaldesa calificó el retorno de la administración a la pasada Ofrenda del Apóstol, con Sánchez Bugallo como delegado regio, y a la de San Roque, como una vuelta a la «absoluta normalidad». Sin mayor trascendencia, Rosón admitió que es una rutina que el PSOE nunca abandonó desde los inicios de la democracia. El grupo popular tuvo, un año más, la representación más numerosa. Aunque no acudió su portavoz, Agustín Hernández, presenciaron la ceremonia Ana Belén Sabel, Alejandro Sánchez-Brunete, José Antonio Constenla, Evaristo Ben y Beatriz Cigarrán. Ningún representante del BNG y de Compostela Aberta asistió al acto.