Desplazamientos y «policía de balcón» centraron las consultas a la Guardia Civil

Toni Silva REDACCIÓN / LA VOZ

SANTIAGO

Atr

El Centro Operativo de Servicios tuvo que aumentar su plantilla un 45 % desde marzo

06 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Llegamos a tener una media de 500 llamadas al día, una locura». Los agentes de la Guardia Civil que forman el Centro Operativo de Servicios (COS) no daban abasto desde la central de Lonzas a medida que avanzaban los días de confinamiento. Los datos registrados en este semestre saltan a la vista. En el mes de enero, las llamadas al 062 canalizadas a través de este centro fueron 6.153, a las que se suman unas 2.000 por centralita desde todos los ayuntamientos de la provincia de A Coruña. Unos 8.000 en total. Los números fueron incluso ligeramente inferiores en febrero.

Pero llegó el estado de alarma, a mediados de mes de marzo, y en solo quince días se dispararon las llamadas: 16.000 en total. Se reforzó la plantilla en un 45 %, y las nuevas incorporaciones se dedicaron a atender consultas telefónicas de lo más variado. No eran pocos los que llamaron al 062 después de consultar antes al 091 o 092, pero como sus dudas aludían a la demarcación intermunicipal, finalmente era la Guardia Civil quien debía responder sus preguntas. «Fueron cientos las personas que querían informarse antes de hacer desplazamientos a otros municipios, argumentaban que tenían familia en otro ayuntamiento y lo consideraban una justificación suficiente, realmente querían oír que se les permitía, pero nos ceñíamos a los decretos de esos momentos», señalan desde el Centro Operativo de Lonzas. Generalmente, los ciudadanos intentaban ir siempre un paso por delante de la ley. «Cuando se podía salir del municipio, preguntaban por el cambio de provincia, después por el de comunidad», añaden.

No faltaron las llamadas de «policía de balcón». En esta centralita se dio aviso de locales abiertos, o vecinos que paseaban más de lo necesario. «Cuando insisten en que guardemos el anonimato percibimos que subyace una enemistad sobre la persona denunciada, ha habido unos cuantos casos así», señalan.

Mayo, peor que abril

A medida que se relajaban las normas del confinamiento las llamadas se fueron reduciendo. La intensidad de marzo se relajó un poco en abril, un mes en el que se registraron más de 13.500 llamadas telefónicas. Mayo fue incluso peor con 15.000 avisos. Pero en junio, el COS también alcanzó, al igual que el resto de la sociedad, su particular normalidad, con 9.500 llamadas registradas. Ahora, las denuncias más comunes son la presencia de grupos sin mascarilla o sin distancia. Pero en líneas generales, los agentes comprobaron que a parte de la población le costaba asimilar los continuos cambios marcados desde el Ministerio de Sanidad con respecto a lo que se permitía a los ciudadanos. «Algunos de los que nos consultaban nos estaban demostrando que, si bien deseaban hacer algo que el estado de alarma no permitía, por encima de todo lo que no querían era ser multados», explican desde Lonzas.

Los delitos comunes descendieron y se dispararon los telemáticos

No se pueden robar casas si todas están ocupadas a todas horas por sus propios moradores. Durante los meses del confinamiento, los amigos de lo ajeno no tuvieron muchas oportunidades para delinquir. En cambio, sí se dispararon los delitos telemáticos. «Los robos, hurtos y trapicheos descubiertos, los delitos comunes en general, se redujeron en más de un 70 % durante el confinamiento, era lo esperado, los delincuentes podían ser identificados en cualquier momento si pisaban la calle a horas no estipuladas», indican fuentes del COS.

Violencia de género

Pero lo que no era esperado, en cambio, es que hubieran descendido las denuncias por maltrato. Al contrario, los agentes temieron que, en intensa convivencia con sus agresores, las mujeres que eran víctimas de violencia machista podían ver recrudecer la situación.

«Nos llamó mucho la atención que hubiera bajado, desde el Gobierno central se dispusieron mecanismos para dar avisos a través de las farmacias, pero en nuestra provincia no hemos notado un repunte, más bien al contrario, según las denuncias, los casos bajaron. También en parte porque a veces, los acosadores, al encontrarse en otros domicilios, lo tuvieron más complicado para incumplir las órdenes de alejamiento», explican.