El Franco vuelve a abrir de par en par

lucía gómez / i. c. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

La mayoría de los establecimientos ya están operativos y afrontan el verano con esperanza

09 jul 2020 . Actualizado a las 22:32 h.

El 1 de julio fue la fecha marcada para la mayoría de los establecimientos de la rúa do Franco para volver a abrir sus puertas. Después de tres meses llenos de dudas y ante la falta de terrazas, muchos retrasaron la apertura. El qué va a pasar es una incertidumbre que ronda entre los hosteleros, pero afrontan la temporada con esperanzas tras dos días con buenos resultados. La llegada de los meses de julio y agosto, el inicio de las vacaciones y una mayor afluencia en la rúa do Franco incentivaron la apertura de la mayoría de locales, aunque algunos tan populares como el Dakar o el bar Barbantes todavía continúan con el cartel de cerrado en sus puertas hasta nuevo aviso.

A Barrola fue uno de los muchos locales que esperó a julio para abrir sus puertas. Como indica Pepe Noya, gerente del local, su clientela no es un público de sentarse en una terraza, «es un público de venir a comer». Tras dos días abiertos, los hosteleros afrontan la temporada con esperanza, pues la acogida ha sido muy gratificante por parte de la población. La clientela local ha empezado a llenar los establecimientos en esta reciente apertura. «Los clientes suelen ser de la ciudad, aunque tenemos de todo. Esta semana ya se vieron turistas nacionales», comenta Jorge Pérez, del bar Orense. Pepe Rumbo, de El Pasaje, enfocó su restaurante desde un principio a la población gallega y su primera clientela fue local: «Estos días hemos trabajado con gente de aquí, pero yo creo que a partir del fin de semana empezarán a venir más personas de fuera».

Entre los primeros establecimientos en abrir está O 42, que comenzó su actividad a principios de junio. La afluencia de gente desde el inicio fue muy favorable y lo que más les llamó la atención fueron las ganas de los clientes habituales por volver. Con la apertura del resto de locales el primero de julio notaron un leve descenso, pero prevén un nuevo repunte en los próximos días. «Estas dos últimas semanas hemos tenido mucho turismo nacional, pero desde el miércoles ya han empezado a venir de fuera del país», apunta Antonio Pérez.

La reciente apertura de fronteras, de la Catedral y la llegada de personas a través del Camino, lleva a pensar a los hosteleros que la temporada debe afrontarse con ganas. A pesar de que casi la totalidad de su clientela durante los primeros días fue de Santiago, prevén un repunte, pues ya han atendido turistas, tanto nacionales como internacionales, desde que comenzaron su actividad. «Hay que afrontar la situación de forma positiva, porque si estás negativo lo mejor es que no abras», afirma Jorge Pérez. Aunque la situación no será la misma que la de años anteriores, desde todos los locales concuerdan en que hay que afrontar el cambio y adaptarse a todo lo que pueda venir.

«Hay que mover ficha, no nos podemos quedar en casa», declara Manolo Vidal, de O Gato Negro. La incertidumbre de cómo distribuir las mesas para cumplir las distancias era la mayor preocupación a la hora de abrir. «Vimos que tenemos mucho espacio en el restaurante. La gente está perfectamente aislada tanto dentro como fuera», corrobora Pepe Rumbo. Los geles hidroalcohólicos en las puertas y otros puntos del local, las marcas y los carteles para facilitar el cumplimiento de la distancia de seguridad y de las normas sanitarias, y las mascarillas ya forman parte del conjunto de los establecimientos. Todos coinciden en la importancia de un buen cuidado de los locales no solo por los propios trabajadores, también por el cuidado y el bienestar de los clientes.

Se respira temor entre parte de la clientela, pero se ha visto que la mayoría ya tenía ganas de moverse y de volver, afirma Manolo Vidal. La situación sigue llenando de dudas el porvenir, pero tras dos días de buenos resultados y con la próxima llegada de turistas, los hosteleros ven con esperanza los meses venideros.