Medio Ambiente había detectado «evidencias» de reparación
10 jun 2020 . Actualizado a las 05:05 h.El tramo del río Furelos que la Consellería de Medio Ambiente vedó a la pesca debido a la letal afección que, el pasado verano, causó en la fauna ictícola el, hasta la fecha, más grave de los vertidos procedentes del polígono industrial de A Madanela empezó a mostrar señales de recuperación. Fue, eso sí, antes de los últimos episodios de contaminación, denunciados por la Asociación de Troiteiros Río Furelos, que, desde el jueves pasado, detectó, hasta en tres ocasiones, la presencia de aguas contaminantes, que, según pudo saber La Voz, también ayer enturbiaban el afluente del Furelos en el que desaguan la residuales del parque empresarial de Melide.
La persistencia de los vertidos a lo largo de la última semana perjudicará la ya maltrecha salud del cauce fluvial, en el que técnicos de Medio Ambiente habían observado signos de recuperación, como la presencia, río abajo, de ranas y nutrias, un mamífero que habita en las orillas de ríos y arroyos, y se alimenta de peces. La observación de fauna fluvial motivó la toma de muestras por parte del Laboratorio Galego de Medio Ambiente, pendiente de los resultados para evaluar el estado biológico del río, y, consecuentemente, iniciar el estudio de regeneración, comprometido en su día por la conselleira Ánxeles Vázquez. Desde el departamento autonómico lamentaron, de hecho, que los últimos vertidos industriales en el regato de Reboredo «se produzan xusto no momento en que o río empezaba a amosar evidencias de recuperación».
Además de estar pendiente de recibir de su propio laboratorio los resultados de ese muestreo concebido como punto de partida para evaluar medidas encaminadas a la recuperación de los últimos 8 kilómetros del río Furelos, la Consellería de Medio Ambiente está a la espera de conocer la lectura de las muestras que sus técnicos también tomaron de los vertidos industriales de la última semana. Desde el departamento autonómico avanzaron que la apreciación de su personal es que no son vertidos químicos como el letal que, el verano pasado, dejó sin fauna el río.