Humo

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor ENTRE LÍNEAS

SANTIAGO

09 jun 2020 . Actualizado a las 23:06 h.

Estas líneas son las primeras que escribo en mucho tiempo sin que nada tengan que ver con el coronavirus. Son para Pau Donés, que ha fallecido tras años de lucha contra un cáncer de colon. Ha muerto, pero no se ha ido, porque hay personas que, vivas o muertas, están siempre entre nosotros y Pau le ha legado a la eternidad su música y sus letras. También su alma. Su resistencia. Nunca fui fan de Jarabe de Palo. La Flaca o Bonito me dejan indiferente, lo admito, pero para mí Humo es uno de los textos más impactantes sobre ese trance terrible que atraviesan los enfermos que saben que están jugando al mus con la muerte y que no llevan ni grande, ni pares, ni juego. Dice: «Ahora, que empiezo de cero/que el tiempo es humo/que el tiempo es incierto./Ahora, que ya no me creo/que la vida será un sueño./Ahora, que solo el ahora/es lo único que tengo./Ahora, que solo me queda esperar/a que llegue la hora». El cáncer es la verdadera pandemia que nos diezma. Es imposible no tener que mirarle algún día a los ojos. Está en tu familia, en tus amigos, en tus compañeros de trabajo. Está en tus enemigos y quizás, algún día, esté en ti. Es un mal que a todos nos ronda en negros círculos de miedo. Que obliga a decir lo siento muchas veces pensando que quizás, algún día, seas tú el que escuches esas palabras. La muerte me asusta poco porque no puede atormentarte algo que es inexorable. Algunos, además, sabemos que no es el final. Pero sí me asusta el sufrimiento y el cáncer es una inmensa cuesta arriba de meta incierta. Gente como Pau, ejemplares en la batalla, nos da coraje a los que no somos valientes. Por eso y por Humo, gracias.