Los vertidos del polígono industrial de Melide vuelven sin solución al río Furelos

Natalia Rodríguez Noguerol
n. noguerol MELIDE / LA VOZ

SANTIAGO

NOGUEROL

La Asociación de Troiteiros detectó ayer aguas contaminantes procedentes de la red de A Madanela

05 jun 2020 . Actualizado a las 08:09 h.

El maltrato al río Furelos, en Melide, es una constante a la que no pone freno ni la conciencia y el sentido de la responsabilidad y el deber ciudadano, ni los expedientes sancionadores de la administración, ni la puesta en conocimiento de la Justicia del vertido letal que, el verano pasado, causó la mortandad de la fauna ictícola en un tramo de 8 kilómetros, desde el regato de Reboredo hasta la desembocadura del cauce fluvial en el río Ulla, en el límite provincial con Pontevedra. Del desagüe de la red de saneamiento del polígono industrial de A Madanela a ese arroyo salía a media mañana de ayer un líquido blanquecino, identificado como un vertido por la Asociación de Troiteiros Río Furelos.

Desde el colectivo comarcal de pescadores comunicaron los hechos a las diferentes autoridades competentes, y ante la Consellería de Medio Ambiente y Augas de Galicia presentaron ya ayer, de manera telemática, la correspondiente denuncia. «É unha tomadura de pelo», afirmó, con indignación, el presidente de la entidad, Xavier Pazo, que hoy dará traslado de igual denuncia al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, así como al Concello melidense. Pazo alerta de que, aunque el último vertido procedente del polígono industrial de Melide del que oficialmente se tiene constancia se registró el 31 de diciembre del año pasado, «sospeitamos que, durante o tempo de confinamento, houbo varios, e hai uns dez días, houbo outro, pero comunicáronnolo tarde para poder actuar en consecuencia».

La continuidad de los vertidos procedentes del polígono industrial de A Madanela al también conocido como arroyo de Vimianzo causa hartazgo en el seno de la Asociación de Troiteiros Río Furelos, en la que consideran que «feitos tan reincidentes non só deben ser investigados e debidamente castigados, senón que, da incapacidade manifesta para atallalos, deberían derivarse responsabilidades políticas». Después de años denunciando la contaminación que soporta el principal cauce fluvial de la comarca de Melide sin que, hasta la fecha, ni la administración autonómica ni la local hayan sido capaces de resolver con sus respectivas actuaciones el problema, los pescadores creen que «isto vai seguir así ata que haxa unha resolución xudicial».