El 24 de julio no habrá espectáculo en el Obradoiro y de momento no se concederán permisos para cacharelas

SANTIAGO

XOAN A. SOLER / PACO RODRÍGUEZ

El Concello no renuncia todavía a la sesión pirotécnica desde el exterior de la plaza, pero confirma que se cae del programa la proyección de esa noche

24 may 2020 . Actualizado a las 00:33 h.

Las fiestas del Apóstol se quedarán sin el espectáculo que le daba proyección más allá de la propia ciudad y de Galicia. Aunque prácticamente ya se había descartado la celebración de la habitual exhibición de la noche del 24 de julio en el Obradoiro, al menos según el formato tradicional, el Ayuntamiento no renunciaba hasta ahora a organizar un acto con base audiovisual que hiciese visible la ciudad a nivel nacional, e incluso internacional, y que trasladase la imagen de una Compostela segura y acogedora.

Finalmente, el gobierno municipal ha descartado la posibilidad de mantener cualquier espectáculo en el Obradoiro, aunque todavía no ha renunciado a que los fuegos artificiales iluminen la noche santiaguesa ese día, aunque con su lanzamiento desde otros puntos. De hecho, antes de la extensión de la pandemia ya se había decidido quitarlos de esa ubicación por cuestiones de seguridad del pazo de Raxoi, desde cuya cubierta se lanzaban últimamente. El gobierno local sigue estudiando la preservación de la parte pirotécnica del espectáculo de los Fuegos, la originaria de esa secular tradición con que Compostela celebra a su patrón en la noche previa a su festividad, y a la que desde los años noventa se incorporaron los coloridos juegos de proyecciones (primero sobre la Catedral y ya sobre Raxoi) que también los identifican ahora.

De mantenerse finalmente, la pirotecnia se lanzaría desde otras zonas. Hasta ahora se pensaba en varios parques, pero lo que sí esta confirmado es que no habrá el espectáculo habitual del Obradoiro. Las medidas de seguridad por el covid-19 limitarían el aforo de cualquier iniciativa en la plaza a entre 600 y 700 personas sentadas, mientras que el coste de un espectáculo de calidad pensado con esa proyección mediática superaría los cien mil euros.

«Non se entendería ben ese gasto para un público tan limitado», afirmaba esta mañana el alcalde, quien hasta ahora mantenía la aspiración de que la festividad del Apóstol no pasara sin algún guiño mediático desde la plaza jacobea más internacional. Parte del importe (en torno a 100.000 euros) previsto para el espectáculo proyectual se destinará al programa de ayudas del Consorcio para la mejora de locales comerciales y de hostelería del casco viejo, para reforzar las ayudas para la recuperación económica.

Lo que sí habrá son fiestas, reiteró Xosé Sánchez Bugallo. Y también ofrenda, aunque en otro formato. El alcalde desconoce todavía si habrá el tradicional desfile del día 25 que abre los actos de la ofrenda al Apóstol, pero «si haberá ofrenda», al igual que fiestas, aunque a otra escala, con actos sin grandes concentraciones. Las medidas contra el covid-19 mandan este año.

Sin  caharelas

Y si la pandemia condicionará cualquier celebración en julio, más lo hará con la gran cita popular de junio, la de la noche de San Xoán. El Ayuntamiento no concederá de momento permisos para la celebración de cacharelas en espacios públicos. Ya le han llegado algunas peticiones y serán rechazadas por cuestión de seguridad ciudadana. «A seguridade exisible para entón será dificilmente compatible coa actividade habitual en torno ás cacharelas e as sardiñadas», afirma Bugallo, por lo que, de momento, dice, «non se van autorizar». Y si se autorizasen en espacios privados, sería «baixo a responsabilidade de quen as organice» y con el cumplimiento de todas las normas de seguridad que haya en ese momento por el covid-19.