Las oenegés ven rentable su trabajo de años para confrontar el coronavirus

JOEL GÓMEZ A CORUÑA

SANTIAGO

Destacan el resultado de proyectos de cooperación en los países donde actuaron

04 may 2020 . Actualizado a las 15:29 h.

Las personas más vulnerables de los países del Sur están más expuestas a las peores consecuencias sociales y económicas de la pandemia del covid-19. En estos momentos, «o traballo das ONGD [Organizaciones no Gubernamentales para el Desarrollo] galegas xunto ás organizacións locais en América Latina, África e Asia permite a moitas comunidades afrontar o virus con máis capacidades». Así lo defiende la Coordinadora Galega de estas entidades, que agrupa a 46, la mayoría implantadas en la provincia.

«Ahora se hace evidente el trabajo», afirma María Paz, de Solidariedade Internacional de Galicia, con sede en A Coruña. Lo explica: «En Guatemala, trabajamos con comunidades que nos cuentan las dificultades que enfrentan y como, gracias a un proyecto que financia el Ayuntamiento de Santiago los últimos 3 años, para favorecer su soberanía alimentaria y garantizar alimentos de calidad, variados, diversos y con respeto al medio, ahora tienen huertos productivos, que les permiten mitigar esta situación»,

Otros proyectos de estas entidades mejoraron la salud, la educación, la higiene, el acceso al agua potable y otros servicios. María Paz sostiene que tienen sus líneas de trabajo afectadas por la pandemia. Tres estudiantes de la USC que acudieron a Honduras «regresaron una semana antes de la incidencia del covid-19», afirma. «Nos preocupa que la política pública de cooperación internacional no sufra en este momento ningún recorte, como ocurrió en la crisis anterior. Ahora es más necesaria que nunca», manifiesta María.

Manos Unidas lanzó la semana pasada una campaña en la que reformula sus iniciativas para centrar el esfuerzo contra el coronavirus, afirma Judith Lucachesky, su directora. Contemplan 29 prioridades en América, Asia y África. «En América, la primera partida de emergencia se destinará a Guatemala, al vertedero de la ciudad de Cobán. Cerca del lugar hay varios asentamientos con altos índices de pobreza, carencias nutricionales en menores, malos hábitos higiénicos y ausencia de servicios básicos. La emergencia sanitaria declarada en marzo en el país afecta directamente a estas familias. Muchas no tienen ingresos, porque dependen del sector ilegal y de la búsqueda de residuos en el vertedero. Por eso nuestro socio local solicita ayuda para un proyecto de emergencia, de más 45.000 euros, para distribuir alimentos y productos de higiene a 1.500 personas que viven en extrema pobreza», explica. También se proponen activar un sistema de alerta para detectar los casos de mayor riesgo. Lucachesky resalta que «en esta comunidad la escuela ofrecía una comida diaria, y ahora está cerrada y eso agrava más la situación». La web de Manos Unidas ofrece los detalles.

La falta de agua, profesionales y recursos asistenciales, y prestaciones sociales, dificulta hacer frente al coronavirus. Y la situación se agrava por el hambre, que es incluso un problema mayor que el covid-19 en muchos casos, dice la Coordinadora Galega.

Enxeñería sen Fronteiras contribuyó a mejorar las medidas higiénicas de agua y saneamiento, recomendadas ahora para hacer frente a la pandemia, y apoyó mercados locales para favorecer una mejor alimentación. Asemblea de Cooperación pola Paz (ACPP) y Agareso tratan de garantizar el derecho a la salud en El Salvador, de donde les llegan quejas por las dificultades debidas a la «situación política complexa, de represión e problemas con dereitos humanos. Reenfocamos proxectos para responder ás vulnerabilidades que se detectan co covid e preparar a nova normalidade», dice Alejandro Quiñoá, de ACPP.

Lorena Seijo, de Agareso, destaca que «somos unha asociación para o cambio social. A maioría das accións que facemos teñen que ver con reforzo das estrutura de medios comunitarios, campañas de incidencia política e de sensibilización social, ou de información nas emerxencias ou crises», apunta.

En A Coruña, Santiago, Oleiros, Ferrol y Culleredo tienen sede 33 organizaciones de diverso ámbito

Administraciones como la Xunta, Deputación Provincial y algunos ayuntamientos, además de aportaciones privadas de empresas y particulares, contribuyen a financiar las 33 organizaciones no gubernamentales para el desarrollo (ONGD) con sede en la provincia. Se distribuyen entre A Coruña (Arquitectura sen Fronteiras, Ecodesarrollo Gaia, Ecos do Sur, Enxeñería sen Fronteiras, Farmamundi, Fundación Educo, Ayuda en Acción, Miradas al Mundo, Sed Solidaridad, Solidariedade Galega, Solidariedade Internacional de Galicia, Semilla para el Cambio, Sólida, Viraventos), Santiago (Agareso, Asemblea de Cooperación para a Paz, Mi Perú, Compañía de María, Humanismo y Democracia, Jóvenes y Desarrollo, Intered, Médicos do Mundo, Panxea, Proyde, Seminario Galego de Educación para a Paz), Oleiros (Cooperación internacional, Tierra de Hombres), Ferrol (Amigos Escaes Perú), y Culleredo (Mestura). Tres (Entreculturas, Oxfam Intermón y Manos Unidas) están presentes en A Coruña y Santiago. Y actúa asimismo la Fundación Vicente Ferrer.

Tienen ámbitos y modos de intervenir muy diversos. Varias actúan en el exterior y promueven iniciativas locales, sobre todo en la educación, con colectivos de inmigrantes y en barrios. Algunas además tienen locales comerciales, ligados al comercio justo.

La pandemia introducirá cambios en las propuestas para las elecciones gallegas

La Coordinadora Galega de ONGD elaboró 12 propuestas para los grupos políticos que participen en las elecciones gallegas. Su aplazamiento supuso la retirada de ese documento, que retomarán cuando finalice el confinamiento y haya una nueva convocatoria, afirma el presidente de la entidad, Alejandro Quiñoá, también es delegado en Galicia de Asemblea de Cooperación pola Paz (ACPP). «Teremos que adaptar as demandas de políticas para que se teñan en conta no ámbito autonómico ao que se aprenda desta situación; se detectamos carencias ou outras necesidades veremos como as incorporamos. Porén, seguramente non haberá grandes mudanzas; as 12 propostas manteñen vixencia porque responden á nosa experiencia», indica.

La coordinadora tiene como prioridad «garantir as demandas do sector, mediar coas institucións financiadoras que teñen políticas de cooperación para analizar o futuro, especialmente coa Xunta», agrega.

Para Quiñoá, «o importante é que a sociedade entenda que este é un problema global, que estamos interconectados, que a capacidade de resposta é moi diferente e hai países onde a epidemia do coronavirus se lle xuntan a tuberculose, a malaria ou o ébola; e o impacto sobre esas sociedades está a ser absolutamente demoledor».

El confinamiento promueve que se familiaricen con «novas formas de traballo en liña, con máis tecnoloxías; é unha oportunidade para establecer novas formas de relación e novos materiais que evidencien que as pandemias mundiais non son ciencia ficción, se non que existen».

En Galicia esperan la evolución de la crisis para reorientar sus actuaciones

Las oenegés esperan a ver cómo evoluciona la crisis para reorientar sus iniciativas y actuaciones también en Galicia. «Temos tres proxectos de educación para o cambio social. Aínda que os colexios están parados non os paralizamos, pois consideramos que toda crise leva a certas oportunidades de facer cousas diferentes e mudar metodoloxías. Melloramos a formación noutras formas de comunicar, e modificamos as accións que tiñamos para o entorno virtual, para que o alumnado e o profesorado sigan participando e reflexionando sobre as temáticas que propomos e sobre a interdependencia entre os diferentes países e persoas», afirma Lorena Seijo, de Agareso. El profesorado «agradece que se lle faciliten novas ferramentas para traballar desde a casa. Pensamos que esta situación pode ser útil tamén de cara a facer as cousas doutro xeito no próximo curso».

María Paz, de Solidariedade Internacional de Galicia, apunta que a mayores del trabajo en colegios «tenemos una tienda en A Coruña, abierta hace más de 10 años, que cerró el 15 de marzo y abrirá previsiblemente en los próximos días, con muchas incertidumbres. Desde el comercio justo abogamos por un consumo responsable, de proximidad, y otras ideas que ahora están sobre la mesa».

Alejandro Quiñoá, de ACPP, indica que «adaptamos materiais para poder intervir en situacións como esta, e elaboramos outros novos. O que ten que ver con actividades presenciais está parado até o próximo curso».