Santiago hace un llamamiento a los vecinos para que respeten las reglas de las primeras salidas

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El gobierno local confía en que no se produzcan aglomeraciones

02 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras casi dos meses de confinamiento, hoy será el primer día en que toda la población tendrá derecho a salir fuera de casa para dar los primeros paseos. Antes podían hacerlo los dueños de perros para sacarlos a hacer sus necesidades y, desde el fin de semana pasado, los padres de niños menores de 14 años.

El reto es conseguir romper el confinamiento absoluto sin que se produzcan aglomeraciones en las calles que favorezcan la posible transmisión del coronavirus covid-19 y, lo que sería gravísimo, un repunte de la enfermedad ahora que comienza a controlarse. El Gobierno ha dado orden de favorecer que los espacios urbanos puedan dar prioridad, por este orden, a peatones y ciclistas, pero el diseño del centro de Santiago, con calles estrechas y muchas de ellas ya peatonales, hace que el Concello no considere necesario aplicar un plan específico y que confíe en que los compostelanos cumplan las reglas que rigen estas primeras salidas.

Ya lo advirtió el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo (PSdeG-PSOE), al hacer balance de los primeros paseos autorizados de padres con sus hijos. El regidor puso de manifiesto que ni la Policía Local ni la Nacional juntas tienen capacidad para vigilar los incumplimientos a todas horas y en toda la ciudad, por lo que apeló, y sigue haciéndolo ahora, a la responsabilidad personal de cada compostelano.

Esas normas establecen distintas franjas horarias para el paseo de las personas mayores, del resto de la población y de los deportistas, por lo que en teoría no debería haber aglomeraciones si todo el mundo cumple con la distancia de seguridad de al menos un metro y medio.

En caso de que este fin de semana hubiese problemas, el gobierno local reevaluaría la situación. Algunas de las medidas que se valoran es establecer la recomendación de que los peatones circulen siempre a su derecha de la calle y lo más pegados posible a los edificios, con el fin de separarse al máximo de los que caminen en sentido contrario.