«Quiero ser positiva, aunque la situación es muy complicada. El ERTE fue la salida para todos y lo más aconsejable», comenta Sara Santos, presidente de la Asociación de Empresarios Hostelería Compostela. «Yo misma hice ERTE en la empresa, porque no se puede aguantar de otra manera. Es la mejor opción que tengo para mis trabajadores. Teníamos unas reservas muy buenas para marzo, y antes de empezar adelanté un contrato de la temporada alta. También ella está en el ERTE», explica. Santos asegura que los empresarios «no quieren despedir, y la regulación temporal es una tabla de salvación».
La representante del sector considera que, aunque todo dependerá del tiempo, «la esperanza tiene que ponerse en este verano. Saldremos de esta, y es evidente que nos costará mucho. Será poco a poco. Los hoteles lo tenemos más complicado, porque cuando acabe el confinamiento, la gente tiene que salir con ganas de un café, y posiblemente se tarde más en recuperar la confianza para viajar». La hotelera confía en una apuesta por el turismo doméstico. «Santiago se beneficiará porque es un destino preferente. Además, tenemos a las puertas un Año Santo».
La presidenta de Hostelería Compostela recuerda que la entidad pone a disposición de los socios muchos servicios. «El personal está trabajando a todo ritmo para sacar adelante los ERTE de los socios, y para resolver mil gestiones en las que son expertos. Muchos puede que no sepan que su cuota mensual tiene una prestación que le supone gratuidad en muchas gestiones y precios bajos en otras. En estos momentos, en los que es necesario ahorrar costes, seguro que es una ayuda», destaca Santos.