Manos Unidas colabora con esta comunidad porque su fundador, Sergio Godoy, les presentó un proyecto «y Manos Unidas financió la huerta y la biblioteca. También tuvieron otras colaboraciones de España, había letreros de la Generalitat de Valencia, de Cádiz y de diversas organizaciones. Yo estuve en la casa-hogar, con 20 chicos, de los que 10 se fueron para sus casas 21 días cuando comenzaron a tomar medidas por la situación del coronavirus. Me trataron superbien, me cuesta mucho no llorar cuando los veo», manifiesta.
Mientras Lucía estuvo en Guatemala, la crisis del coronavirus apenas se notó en el país: «el día 16, cuando debía regresar, había pocos casos, estaba todo controlado. Pero mientras estuve pendiente de regresar se complicó todo, y ahora hay toque de queda de 12 horas al día, están en cuarentena. Ahora, allá la situación es difícil». Por eso anima a visitar la web laciudaddelaesperanza.org y solidarizarse: «Un euro, para allí es mucho», asegura.