Turno continuo para las obras activas al no haber restauración

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

La intervención en la intermodal sigue, pero para la de Concheiros

18 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La declaración del estado de alarma ha afectado a la continuidad de algunas de las obras públicas que se empezaron a ejecutar recientemente en la ciudad, pero también a las dinámicas de las que se mantienen activas. Al margen de los condicionantes que puedan surgir en función de cuánto se prolongue la crisis, el cierre de los servicios de restauración está obligando al sector de la construcción a hacer jornada continua. Al menos, así sucede en algunas obras públicas que se mantienen en Santiago, como la de Castrón Douro. «Non hai sitios para comer», expone el concejal de Obras, Javier Fernández, pendiente de la actividad en las actuaciones municipales. De momento, las intervenciones que dependen de Raxoi continúan (la reforma de Clara Campoamor, aunque no es muy evidente al haber arrancado el contrato hace una semana), Castrón Douro y la antigua nave de Fenosa, en Galeras.

Sin embargo, hay proyectos importantes que estaban pendientes de licitación y que quedarán en el limbo que ha abierto la suspensión de plazos administrativos. Es el caso del arreglo del muro de Fontiñas y de la reforma de la calle Concheiros. Pendiente únicamente de su licitación, esta última se adentrará ya, sin remedio, prácticamente en el verano del 2021, una circunstancia que el Concello quería evitar tratándose del acceso en la ciudad de la principal ruta jacobea. Sin este aplazamiento, el Concello ya asumía que no estaría antes de la Semana Santa del 2021 y que sería muy complicado que no pasara de ella. Pero aunque esta es una obra cuyo calendario preocupaba en Raxoi, y preocupa, precisamente por esa incidencia en el tránsito peatonal, ya hay otras afectadas por la pandemia del coronavirus COVID-19.

La que la Xunta iniciaba hace un par de semanas en la avenida de Lugo, en torno al cruce de Concheiros, ha parado. La de la estación de autobuses continúa. La intención de las administraciones es que se mantenga la actividad en todas, aunque no solo depende de las adjudicatarias, sino de cuestiones externas que pueden condicionar esa disponibilidad, como el suministro de material.