El emprendimiento es una forma de vida para el empresario Ramón Alcobre

Por Sonia Portela

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Empezó a los 19 años con una granja de vacas y lanzó otros negocios hasta recalar en la Nave 5

13 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El emprendimiento «debería ser premiado, pero no siempre es así; hay que probar cosas hasta que se consigue lo que realmente funciona», proclama Ramón Alcobre, empresario afincado «por ahora» definitivamente en Santiago. Sus primeras aventuras empresariales comenzaron con solo 19 años, cuando puso en marcha una granja de vacas de leche y de carne. «Empecé solo y poco a poco, pero unos años después nos unimos cuatro ganaderos y llegamos hasta las 560 cabezas de ganado». Cuando decidió vender su parte y probar suerte en otra aventura empresarial, «la ganadería estaba en marcha, supongo que cuando todo funciona ya no tiene el mismo atractivo. Cuando conocí a mi mujer, ya le dije que no iba a aburrirse conmigo». Su siguiente propuesta empresarial fue la «venta directa de productos del campo: servíamos a domicilio los productos de la huerta, pero la verdad es que no había mucho tirón, supongo que todo el mundo tiene un familiar en el campo, y por eso no iba tan bien para aquí, teníamos más pedidos de fuera». Esto no le supuso un freno a su imaginación. Ramón se considera un emprendedor nato, y reconoce que «no es fácil sacar adelante una idea, porque ayudas hay pocas, y cuando las recibes llegan tarde. La burocracia está sobredimensionada, y no se prima al emprendedor. Lo habitual es que intenten sacarte la idea de la cabeza», explica. En su caso, tras una experiencia llegó la siguiente. Otra de sus propuestas empresariales fue la venta de leche fresca, pero «era una actividad que requería mucho trabajo y mucha atención diaria y constante». Este negocio fue el que le acercó a la Praza de Abastos de Santiago, y más concretamente a la nave 5. Su llegada al mercado fue con la instalación de unas máquinas expendedoras de leche fresca. «Estábamos en la Praza de Abastos y Bertamiráns, Milladoiro, Cacheiras, Boiro y Noia con unas máquinas que creamos nosotros mismos. El problema es que, mientras duró la novedad funcionó, pero luego las personas son más cómodas y, claro, en el brik lo tienes almacenado para todo el mes, si quieres. Este negocio requería vender mucho porque el margen de beneficio era muy bajo». Estas máquinas fueron retiradas, pero no se desanimó: «Cuando anunciaron la salida de las casillas de la Nave 5 no lo dudé un instante. Pensé un negocio y me apunté. Aquí estoy», comenta. En la casilla tiene otros negocios distintos: A Ostrería y Febras. «Es una experiencia muy positiva, porque es un negocio en el que pones en valor el producto de proximidad. Por la mañana llegas a la Praza y se improvisa con lo que tienes. Si se termina el género, la gente lo entiende perfectamente. Yo creo que hasta lo entienden y lo agradecen». Su labor hostelera en la Nave 5 se compagina con la hotelera. «Tenemos apartamentos turísticos en la Praza do Matadoiro, dos apartamentos, que lo llevamos mi mujer y yo de forma más familiar». 

IRENE MARTÍN

Literatura y fotografía

Los jóvenes escritores compostelanos Xosé Carlos Carracedo y Rocío Leira coincidieron en el Hotel Puerta del Camino, adonde habían ido a ver la exposición «Camiño de Inverno. De Ponferrada a Compostela», promovida por la Asociación de Antigos Alumnos e Amigos da USC, que preside Benita Silva, y que se puede contemplar durante todo el mes de marzo. Ambos destacaron la singularidad de la mirada jacobea a los «protagonistas y habitantes» del propio Camino, a los que el autor de las fotos, Jose Ortigueira, bautizó como «heroínas y anfitriones». Carracedo es autor del libro de relatos Somos Arxerís, editado por Toxosoutos, mientras que Leira acaba de publicar en Xerais Tres, catorce, dezaséis, unha novela de intriga matemática que se desenvolve no campus universitario santiagués. Los jóvenes creadores hacen propuestas renovadoras y muy interesantes.

Frades en la Vía da Prata

Vecinos de Frades están recorriendo por etapas la Vía da Prata, y el pasado sábado cuarenta de ellos cubrireron los 19 kilómetros entre San Cristovo de Cea y Castro (Dozón). Gozaron de buen tiempo y, entre los atractivos del recorrido de este Camino de Santiago se encuentra el imponente monasterio cisterciense de Oseira, que visitaron. La próxima cita está señalada para el sábado 28 de marzo, cuando está previsto que los vecinos de Frades recorran los 18,8 kilómetros entre Dozón y Bendoiro (Lalín). A un precio de diez euros, las inscripciones se formalizan en el Concello.