El CHUS dobla la formación de médicos de familia ante la falta de especialistas

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Frente a los 11 residentes que entraron el pasado año, en mayo se incorporarán 22

11 mar 2020 . Actualizado a las 14:03 h.

A finales de mayo comenzarán a trabajar en el área sanitaria de Santiago más de ochenta nuevos residentes. Seis lo harán en enfermería, 59 en especialidades hospitalarias de medicina, psicología o farmacia, y 22 en medicina de familia. Esta es la especialidad que más ha incrementado su oferta formativa, hasta el punto de que el número de plazas se ha duplicado, pasando de los once que se incorporaron en el 2019 a las 22 que lo harán en el 2020. ¿El motivo? De sobra conocido, el déficit de profesionales de esta especialidad que hay en toda España, lo que ha llevado a Ministerio y comunidades a aumentar las plazas mir de residencia. La oferta formativa se va a incrementar en el CHUS a nivel general. Si ahora serán 59 especialistas en el primer curso, los que pasan a segundo son 54; 56 los que llegarán a tercero; y 47 los de cuarto, el último curso en la mayoría de las especialidades médicas salvo algunas como las quirúrgicas, medicina interna, intensiva u oncología.

Para el responsable de la comisión de docencia del Clínico, el neurólogo Rogelio Leira, en estos momentos el número de plazas de formación mir es el adecuado tanto en Galicia como en España, salvando las dos especialidades más deficitarias de los últimos años, medicina de familia y pediatría, en donde se está incrementando la oferta. Otra cosa es que el reparto entre hospitales sea el más adecuado, «personalmente creo que cada hospital debería tener su oferta docente y ser la persona quien elija dónde formarse», explica. Si Galicia va a convocar cinco plazas de neurología, por ejemplo, el Sergas tiene capacidad para decidir en qué hospitales se repartirán de los que tienen plazas acreditadas. Leira es partidario de que sean los alumnos los que decidan en qué hospital quieren formarse.

No cabe duda de que esto beneficiaría al CHUS porque es uno de los más atractivos para los futuros médicos. «Todos los hospitales de la comunidad tienen potencial para formar a la gente, cualquier residente va a salir con el oficio aprendido y bien formado. Dicho esto hay hospitales que tienen más atractivo que otros, y el nuestro creo que es uno de los más atrayentes», explica el coordinador de docencia. ¿Por qué? Por concentrar en un mismo complejo la vertiente asistencial, docente e investigadora, y por ser el más vinculado a la Universidade de Santiago.

Pero si los residentes se ven beneficiados de formarse en un hospital universitario, también los médicos que trabajan en el complejo sanitario, «formar a residentes año tras año te mantiene en la realidad, te mantiene vivo. Tú estás formando pero ellos te están evaluando, por lo que debes mantener el ritmo, es casi como una autoevaluación continuada», explica Leira.

De todos es sabido que el índice de paro entre la profesión médica es casi nulo. Otra cosa son las condiciones laborales en las que trabajan, sobre todo al principio. Hay especialidades como pediatría, en donde el déficit es tan acusado «que a veces me piden terminar un poco antes porque ya los quieren contratar».

Sin suspensos

¿Suspende un médico la residencia? En la práctica podría pero en la teoría no. La formación es muy continua y cada trimestre se realiza un informe sobre el residente y sobre cómo está siendo su trabajo, «y si se ve que hay alguna desviación se corrige en el momento», explica Rogelio Leira, «ya que somos los responsables de que esa persona, tras cuatro años, pueda actuar sobre la salud de la gente». Eso sí, admite este profesional, «algunas personas no son capaces de seguir el ritmo y antes de suspender lo dejan y se vuelven a presentar al examen para hacer otra especialidad». De cara a los nuevos residentes que llegarán en mayo, además de medicina de familia, con 22 plazas, las áreas con más personal son pediatría y áreas específicas, con ocho, anestesiología, con seis nuevos residentes, y radiodiagnóstico con tres. En la mayoría de las especialidades en el primer curso se incorporarán uno o dos profesionales.