Aviturga dice que la Plataforma habla desde el desconocimiento y niega que haya un 80 % de pisos turísticos ilegales
SANTIAGO
Dulcinea Aguín apuntó que hay varios errores de partida en sus apreciaciones, por lo que sus críticas «carecen de sentido»
06 mar 2020 . Actualizado a las 00:08 h.La presidenta de la Asociación de Viviendas de Uso Turístico de Galicia (Aviturga), Dulcinea Aguín, asegura que el manifiesto de la Plataforma por la Regulación de las Viviendas de Uso Turístico responde a un «desconocimiento del sector». Aguín apuntó que hay varios errores de partida en sus apreciaciones, por lo que sus críticas «carecen de sentido».
La presidenta de Aviturga insistió en que estos inmuebles están sujetos al decreto 12/2017 de la Xunta de Galicia, que indica que tienen que estar «en suelo residencial, no en suelo de uso terciario», por lo que no son establecimientos hoteleros, y por tanto no tienen que cumplir los mismos requisitos que estos. Aguín comentó que actualmente el planeamiento del Concello no recoge la figura de viviendas de uso turístico, y aunque su intención es regularlo, «está sin hacer. Cuando se haga, se verá; pero ahora no está regulado», por lo que reitera que lo único que tienen que cumplir es que las viviendas de uso turístico se pongan en marcha en suelos residenciales y se inscriban en el Rexistro de la Xunta. Desde Aviturga se deja claro que las modificaciones no pueden hacerse con carácter retroactivo, y que la Xunta está inscribiendo en el registro aquellas altas que están fuera de las zonas de moratoria de Santiago y en otras localidades sin moratorias.
Aguín recordó que todas las viviendas del registro tienen un código, que se incluye en las páginas web que la comercializan, y todas aportan los datos de sus huéspedes a la Policía Nacional mediante la app. Negó el dato de que el 80 % de las viviendas comercializadas sean ilegales. Ante las críticas de que no cumplen con sus obligaciones fiscales, Aviturga aclara que «fiscalmente se tributa hasta un 40 %, y pagamos las tasas a la Xunta».
Tampoco aceptan que se les responsabilice de los problemas de falta de pisos para alquilar, y recuerdan que las viviendas vacías son el gran problema.