La obra de la calle Clara Campoamor coincidirá cinco meses con la de Concheiros

R. martínez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Xoán A. Soler

La intervención para dotar de accesos a la nueva estación de autobuses arrancará el lunes

05 mar 2020 . Actualizado a las 00:46 h.

Cuando los conductores todavía se están adaptando a los cambios en la circulación de la avenida de Lugo, por la remodelación del nudo de Concheiros y su entorno, los usuarios de Clara Campoamor tendrán que ir haciéndose ya a la idea de que también ahí las obras condicionarán la movilidad en los próximos cinco meses. No se eliminará la circulación, como tampoco en la avenida de Lugo, pero la capacidad de la vía quedará reducida a la mitad, con un carril en cada sentido, aunque no será de forma inmediata.

La reforma de Campoamor arrancará el lunes, una vez que se firme el acta de inicio de obras, momento en que comenzarán a contar los cinco meses de ejecución de que dispone la adjudicataria, Acciona Construcción, para dotar de acceso rodado a la estación de autobuses que la Xunta construye en paralelo a ese vial y que introducirá la intermodalidad en el área ferroviaria.

Previsiblemente, la restricción del tráfico en el también conocido como vial de Sar todavía se demorará varias semanas. Pero sus usuarios tendrán que hacerse ya a la idea de que no volverá a los cuatro carriles. A partir de la reforma quedará uno por sentido. Habrá un tercero, pero ese se especializará para autobuses y taxis, que entrarán al vial por la rotonda de Sar y lo abandonarán por la de Pontepedriña.

En cualquier caso, al cambio de dinámicas que está introduciendo en la avenida de Lugo la remodelación que ejecuta la Xunta en el nudo de Concheiros (y en los tramos de la avenida de Lugo y Rodríguez de Viguri que tocan con él) se unirá en los próximos cinco meses la del vial Clara Campoamor. Ambas obras coincidirán durante ese espacio de tiempo. Aunque la Xunta espera no llegar a agotar el de su intervención en Concheiros, en principio esa se licitó con doce meses de plazo.

La de Clara Campoamor va con el plazo muy ajustado: ha de estar lista para el 1 de agosto. Empezando el lunes no puede perder ni un día. Sin embargo, el gobierno local está tranquilo. Salvo un imprevisto de calado, entiende que estará en plazo: la reforma no tiene ninguna afectación a servicios y su concesionaria es la misma que ya ejecuta la estación de autobuses y la pasarela peatonal que comunicará esa terminal y la ferroviaria. Acciona asumirá la reforma en un entorno sobre el que ya está actuando. Además, que las tres intervenciones que han de garantizar la intermodalidad del transporte ferroviario y por carretera en el centro de la ciudad estén bajo la gestión de la misma firma, permite dar por hecho que la coordinación para el desarrollo, a la par, de esos tres frentes no será un problema. En esas circunstancias, Raxoi entiende que todo irá en plazo. Si es así, no habrá mayor afectación al tráfico que la propia de la reducción de la capacidad del vial y alguna puntual que pueda requerir el desarrollo de la obra, pero no llegará al corte total, al menos si todo se mantiene en plazo.

Adjudicada por 1.155.192 euros (más 242.590 de IVA), la reforma de Clara Campoamor viene determinada por la necesidad de dotar de accesos a la futura estación de autobuses, que ejecuta la Xunta por 9,59 millones. A Raxoi le corresponde el gasto en el vial. La pasarela (5,07 millones) la cofinancian ambas con el ADIF.

Clara Campoamor, ahora con límite de velocidad en 50, lo bajará a 30 tras la reforma

El actual límite de velocidad de Clara Campoamor, fijado ahora en 50 kilómetros por hora, no sobrevivirá a su reforma. Tras esta, se bajará a 30 para sus tres carriles, los dos de circulación general y el reservado para los autobuses y taxis, en este caso, el más próximo a la entrada de la estación de autobuses.

Salvo algunos cambios que afectaron a la reordenación de carriles y que determinaron la concentración de los dos sentidos del carril bici en una única plataforma (con lo que no interfiere en la entrada de los buses a la terminal), el proyecto que se ejecutará será en esencia el que dejó previsto CA. Aunque no convencía a Bugallo, la premura que requería la intervención y su financiación con fondos Edusi no le dejaron margen para introducir otro planteamiento. Esa conexión se hará a través de la plaza de preferencia peatonal (como la que conecta Xeneral Pardiñas y Montero Ríos, en el Ensanche) que se abrirá frente a la pasarela de la intermodal.