Revolución de tráfico en la avenida de Lugo

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

xoan a. soler

Las dos nuevas glorietas aportan mayor movilidad, pero la reducción de carriles augura más atascos

01 mar 2020 . Actualizado a las 23:14 h.

La avenida de Lugo ya nunca volverá a tener el aspecto que tenía desde su inauguración. Para bien, y para mal. Para bien, porque las nuevas glorietas, ahora provisionales mientras se acometen las obras de semipeatonalización de Concheiros pero que serán después definitivas, mejoran considerablemente la movilidad de la zona, permitiendo hacer más giros y cambios de sentido. Para mal, porque mientras se desarrollan los trabajos obligan a reducir a un solo carril en estos puntos una vía que soporta actualmente una alta densidad de tráfico en días laborables -unos 20.000 vehículos en ambos sentidos-, y al ser la salida natural de la sede central de la Xunta en San Caetano. Una suma de factores que augura más atascos.

Los cambios de tráfico, que suponen toda una revolución en un punto neurálgico de la ciudad, entraron ayer en vigor, un sábado, por lo que ese posible colapso en las horas punta no fue palpable. Las dos nuevas rotondas, una junto a la estación de autobuses y la otra en la intersección de la avenida de Lugo con la calle Londres, permiten, por ejemplo, acceder a Monte dos Postes o la rúa de Londres desde los carriles de bajada, algo que hasta ahora estaba prohibido.

La zona que todo apunta a que será más conflictiva cuando esté completa la reforma es la del propio cruce de Concheiros, ya que se hará semipeatonal para adecentar la entrada a Santiago del Camino Francés y eso afectará a un vial por el que ahora se circulaba casi como si de una circunvalación se tratase.

Mientras se ejecutan las obras habrá siempre dos carriles de subida y otros tantos de bajada en la avenida de Lugo, pero uno de ellos por sentido será la actual vía de servicio, por lo que en la práctica hay puntos, en concreto en las dos nuevas glorietas, en los que solo quedará disponible un carril hasta que no se complete la obra.

Además, y de forma provisional mientras se llevan a cabo los trabajos, hay cambios importantes en las calles Berlín y Londres. La primera es ahora de sentido único ascendente y la segunda tan solo se puede transitar de bajada, hacia Fontiñas.

La remodelación y semipeatonalización del cruce de Concheiros, con la construcción de las dos nuevas glorietas, tendrá un efecto inmediato, que persistirá cuando se finalicen los trabajos, en la forma en la que se circulará a partir de ahora en este eje. La nueva cara del vial obligará a reducir la velocidad media a la que se transita por las avenidas de Lugo y Rodríguez de Viguri, que supera con creces los 50 kilómetros por hora a los que están limitadas estas vías. El proyecto busca precisamente ese efecto, calmar el tráfico para facilitar el paso de peatones y de los peregrinos que entran por el Camino Francés, a la vez que se embellece la parte urbana de esta ruta y se mejora la conexión entre Fontiñas y Concheiros.

Riesgo de choques por despistes hasta que los conductores se acostumbren

La relativa normalidad con la que se ha vivido la primera jornada de total remodelación del tráfico en las avenidas de Lugo y Rodríguez de Viguri dará paso con toda seguridad a más y mayores problemas el lunes, cuando la vía soporte una mucho mayor densidad de tráfico. Y no solo en forma de posibles atascos, también de mayor riesgo de accidentes en las dos nuevas glorietas, ya que ahora permiten, en sentido bajada hacia el centro, giros hasta ahora prohibidos hacia las calles Monte dos Postes y Londres. El problema es que hasta que los conductores se acostumbren a estas nuevas situaciones, la posibilidad de colisiones aumenta. La Policía Local estuvo ayer destacada durante buena parte de la jornada y tiene previsto reforzar su presencia en la zona para evitar percances.