Grandes y pequeños remedios

Jesús Varela Mallou

SANTIAGO

16 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Estoy seguro de que a ningún avezado marinero se le ocurriría corregir el rumbo del Titanic desplegando velas o armándose con un taladro y por esa misma razón, quizá, los responsables municipales trabajan sin descanso en el diseño de planes estratégicos para la ciudad en su conjunto, planes especiales para la ciudad histórica, pasan horas y horas en comisiones de patrimonio, negocian hasta la extenuación con Retegal, Amtega y teleoperadores para que la almendra tenga acceso a esa vía de comunicación que se llama Internet (en el 2020, ¡Dios mío!). Desde la Asociación de Vecinos Fonseca queremos insistirles en que incorporen una exigencia a su trabajo: el tiempo. Es imperdonable que cualquiera de estas acciones requiera plazos de legislaturas enteras o, incluso, de decenas de años. No es verdad eso que nos quieren hacer creer a los ciudadanos que colaborar entre administraciones signifique largos plazos y que estos son consustanciales a la acción de gobierno. Entre ustedes hay personas inteligentes y talentosas que, estamos seguros, serán capaces de luchar contra los plazos. Los problemas de la ciudad hay que identificarlos, analizarlos, diseñar estrategias, llevarlas a cabo y cerrarlos. No pueden ser eternos.

Pero mientras ustedes siguen trabajando para que los residentes y trabajadores de la ciudad histórica podamos ser personas conectas a las TIC, queremos insistirles en que, al igual que está bien que el barco sea pintado porque si lo hacemos de forma regular evitaremos el deterioro de su casco -aunque no evitaremos su naufragio-, con la ciudad histórica sucede algo parecido. Así que también les proponemos que se fijen en lo contrario: «A grandes males, pequeños remedios». Nos referimos a que ustedes disponen de la suficiente normativa municipal de conservación y protección del casco histórico como para que cumplan con otra de sus funciones: la de inspección y control de todo lo referido a la publicidad, cartelería y señalización de los establecimientos comerciales, de la ocupación de la vía pública con mobiliario de terrazas cuando estas no se utilizan, de la iluminación, etc. Por ejemplo, el artículo 126 del vigente PXOM regula las condiciones generales de estética e integración ambiental estableciendo que «… la defensa de la imagen urbana y el fomento de su valoración y mejora le corresponde al Concello».

Conciudadanos, os rogamos colaboración y compromiso con la estética y belleza de nuestras fachadas de viviendas y comercios. Gobernantes, os exigimos hacer cumplir las ordenanzas, pero no el año que viene, sino a partir de mañana. Pienso que si un responsable municipal de Santiago no es capaz de que en 24 o 48 horas los propietarios de locales y viviendas respeten las ordenanzas, entonces deberían de dimitir y anunciar públicamente el motivo.