El restaurante Solleiros se muda al antiguo Hotel Suizo, en Mazarelos

Juan María Capeáns Garrido
JUan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Ana Portals le da otra oportunidad a un local gafado del que está enamorada: «No hay otro más bonito en Santiago»

15 feb 2020 . Actualizado a las 00:06 h.

De un hotel actual que va a crecer en habitaciones al bajo de otro que ya no existe junto al arco de Mazarelos pero que mantiene toda la magia que le otorga una singular historia y el haber alojado en sus habitaciones al escritor Ernest Hemingway, que visitó Galicia al menos en cinco ocasiones entre 1921 y 1933. La hostelera Ana Portals va a mudarse con su restaurante Solleiros desde el hotel gastronómico San Miguel para que este dedique su actual espacio a hospedaje, pero llevará su proyecto, incluido todo el personal, al espléndido local que hace esquina entre Cardenal Payá y el Tránsito dos Gramáticos.

«No hay otro más bonito en Santiago», dice con una convicción contagiosa, la misma que transmite al afirmar que abrirá las puertas el 1 de marzo, como si las demoras en las obras no fueran con ella. Se entendió «a la perfección» con la propietaria y con su proyecto de comida tradicional quiere borrar el historial errático que caracterizó a este local desde que se recuperó para la hostelería hace menos de una década. Por allí pasaron sin excesivo éxito en el tiempo un bar de vinos, el Grândola; un restaurante, el Silveira; e incluso acogió el regreso a Compostela de la primera estrella Michelin de la ciudad, Toñi Vicente, pero duró muy poco en los fogones del Porta do Viño.

Si algo tuvo de acertado ese tercer intento de levantar el mítico local fue el nombre, que hace mención a la entrada de los carros con barriles de vino para el Franco que llegaban desde Ourense. Trabajar «bien» la pequeña barra que centra el espacio es uno de los retos de Ana Portals, que ya advirtió a su equipo que van a cambiar la tranquilidad den San Miguel por un auténtico un escaparate. Pero «solo de la barra no vive nadie», así que tratará de reconducir la dinámica del bar para seducir con comidas bien hechas, con un tique medio a la carta de entre 25 y 30 euros, y con un menú por la semana de 15 euros.

Punto y seguido tras tres años

Le queda darle una mano de pintura para clarear el ya luminoso comedor y montar de cero una cocina de la que saldrán empanadas de maíz, buñuelos de bacalao, crujientes de sardina ahumada, bacalao asado con pisto, garbanzos con carabineros y rape o paleta de cordero estofada. Son algunas de las creaciones de la carta del Solleiros, que está poniendo el punto y seguido a esta primera etapa de tres años.

Portals, formada en Compostela y en el País Vasco, tiene muchas expectativas puestas en este cambio de aires, sobre todo por el vecindario. La zona que deja, enfrente a la iglesia de San Martiño Pinario, «es difícil», y en su nueva ubicación generará un interesante ecosistema junto al Hotel Gastronómico Arco de Mazarelos, el Pepe Payá o el bar Viño, en el número 7, que está trabajando bien. Entre todos hacen de esta rincón vigilado por la estatua de Montero Ríos una alternativa más local al exceso de oferta que empieza a restar frescura a la Praza de Abastos.