Raxoi estudiará limitaciones para abrir tiendas de recuerdos en el casco histórico

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Aprovechará la revisión del planeamiento con la que quiere ordenar los pisos turísticos

31 ene 2020 . Actualizado a las 21:37 h.

El Ayuntamiento estudiará la posibilidad de limitar la apertura de tiendas de recuerdos en el ámbito del plan especial de la ciudad histórica e iniciará la redacción de una ordenanza para la protección de su comercio tradicional y de proximidad, además del emblemático. Así lo decidió ayer la corporación a instancias de Compostela Aberta (CA), que introdujo el debate con una proposición en la que advertía de la «degradación urbana e estética» a la que «contribúen» este tipo de establecimientos en algunas de las calles «máis senlleiras da Compostela Vella». Una «degradación estética» que, señaló Marta Lois, «homoxeiniza a nosa cidade con calquera outra do mundo» y que el Ayuntamiento debe confrontar «apostando por medidas que axuden á sustentabilidade e continuidade dos pequenos comercios, de proximidade e de calidade», lo que «lle dá vida á cidade» y hace que «sexamos singulares».

La iniciativa salió adelante por unanimidad, aunque con ligeros matices de los demás grupos: en algún caso para enriquecer la propuesta -como la incorporación de los comercios emblemáticos a esa ordenanza, que demandó el BNG»; en otros, para evidenciar las dificultades del marco legal para afrontar una moratoria en las circunstancias actuales. Porque eso es lo que pedía CA, que el pleno instase al gobierno local a decretarla. El alcalde apuntaba que por esa vía no es posible sin una normativa autonómica que ahora mismo no existe en Galicia, amén de la obligación de justificar «moito» cualquier medida ante la legislación en materia de libertad de comercio. Sánchez Bugallo planteó que se mudase «estudar por decretar» para respaldar una iniciativa con la que comparte en buena medida el fondo y posibles actuaciones.

Vista la complejidad de un decreto, la opción que formuló el regidor apunta a aprovechar la revisión del planeamiento urbanístico que está en marcha para regular el uso de los alojamientos turísticos y tratar de encajarlo por esa vía. Es hacia donde lo dirige el informe jurídico que solicitó ante esa propuesta, avalada también por el PP, aunque no sin antes precisar que la presión turística a la que alude CA no solo llega de las tiendas de recuerdos: también puede hacerlo por exceso de locales de hostelería, dijo.

Tarjeta ciudadana

El acuerdo incluye el impulso de un plan de dinamización del comercio en la ciudad vieja que favorezca a ese comercio con medidas de discriminación positiva «que o promovan e sirvan para a abertura de novos establecementos deste tipo» y la creación de un observatorio del comercio para un mejor conocimiento y «acompañamento» de estos establecimiento.

También por unanimidad sacó el BNG su iniciativa para la creación de una tarjeta ciudadana multiservicio para identificar personalmente a sus poseedores para el pago y la obtención de beneficios de prestaciones sociales.

Bugallo mantendrá la vía de colaboración con la USC pese a que el pleno pide otro modelo

La Casa da Xuventude seguirá en pie. El PP no logró que su propuesta de derribo prosperase ni recordándole a PSOE y BNG su apoyo en el 2011 a la demolición. El contexto ya no es el mismo que entonces, ni socialmente ni por el provecho de un inmueble que el Concello tasa en 1,4 millones de euros, sin contar el valor del suelo, y «necesario» para la zona, vinieron a decir ambos. Alejandro Sánchez-Brunete sigue viendo en el cambio del PSOE un peaje para que CA «no se enfade». Sí prosperó su iniciativa para que se estudie el coste que tendría recuperar las concesiones de los párkings de las plazas de Galicia y Vigo, a las que le quedan 5 y 6 años aún. Pero lo hizo con el voto en contra del gobierno, que ya advirtió que no gastará ni un euro. Tiene otros planes para la plaza de Galicia.

La oposición al completo apoyó también la iniciativa de CA para impulsar un acuerdo de ciudad con la USC que deje fuera del debate «partidario» los asuntos que se entienden de colaboración necesaria entre ambas instituciones. El PSOE se abstuvo porque implicaba la creación de una comisión que entendía que interfería en sus competencias como gobierno, con lo que, pese a aprobarse, mantendrá la línea de colaboración en la que trabajan ahora mismo.

El pleno arrancaba con la aprobación de un modificativo de crédito de 800.000 euros para poder licitar en febrero la reforma de Concheiros, conveniada con la Xunta y que asumió el Concello después de que esta optase por no acometerla ante el rechazo vecinal al proyecto, un rechazo que parece haber reconducido Raxoi.