Le ganó la partida en el poste bajo a Abalde y a San Emeterio
28 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Mike Daum fue providencial ante el Fuenlabrada con un palmeo a falta de un segundo. Y anotó una gran canasta lateral frente al Valencia a falta de ocho segundos, al límite de la posesión, para poner el momentáneo 84-82. Nada más acabar el partido, rehuía la condición de héroe, mientras Maxime de Zeeuw sostenía que sí lo había sido: «Lo que cuenta es el equipo. Trabajamos muy duro después de lo de Andorra. Queríamos resurgir. Nos convencimos de que teníamos que ser mejores y por eso es una victoria muy importante».
Sea como fuere, el pívot volvió a jugar en el perímetro. Es una opción que empezó a explorar Moncho Fernández la semana previa al partido ante el Burgos y en la que sigue abundando. Es una alternativa más en ausencia de Álvaro Muñoz. Y el americano está cada vez más adaptado. Salió bien parado en sus emparejamientos con Abalde y San Emeterio en el poste bajo. Y también hizo daño en el triple. Como ya comentó tras el encuentro con el Burgos, está a la orden y asume de buen grado el desdoblamiento de funciones, en el cuatro y en el tres.
Del partido ante el Valencia se queda con el carácter que demostró el Obradoiro: «El Valencia es uno de los mejores equipos de la Liga. Saben a qué juegan. Creo que hicimos un gran trabajo juntos. Pudieron irse en el marcador, pero seguimos confiando en nuestros tiros. En el descanso hablamos de que teníamos que estar unidos. Así lo hicimos, y nos llevamos el triunfo».
Considera que el Obradoiro estuvo mejor en rebote y en defensa tras el intermedio, y que pudo darle la vuelta al marcador porque nunca perdió la fe: «Hemos creído porque por eso es por lo que trabajamos cada día».