La Feria de Antigüedades, un viaje al pasado con 51 expositores

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El Palacio de Congresos muestra miles de objetos «para todos los públicos y bolsillos»

25 ene 2020 . Actualizado a las 04:55 h.

La Feria de Antigüedades abrió sus puertas ayer en el Palacio de Congresos para introducir a los visitantes en un viaje por el pasado. O por el recuerdo, porque este mercado de lo antiguo expondrá en buena medida artículos ahora en desuso pero que, en su momento, formaron parte de la cotidianidad de su público potencial de más edad. De ahí que la feria no sea solo una ocasión para coleccionistas y para aquellos más expertos en su oferta, sino una oportunidad para una visita en familia, en la que los más pequeños puedan conocer esos objetos que formaron parte de la vida y de los juegos de sus padres y sus abuelos, sugiere Mari Cruz Madrid. «Esta es una visita amena para todo tipo de público», invita la organizadora, que no obvia el tirón actual de las antigüedades y lo vintage. Pero sobre todo, lo vintage, circunstancia que ha motivado que la feria le dedique un ala expresamente.

Anticuarios gallegos, de Salamanca, del País Vasco, Cantabria, Asturias, Madrid y de Portugal, Francia y Gran Bretaña muestran su género desde la tarde de ayer en un mercado con 51 expositores que traen a Compostela «piezas para todos los públicos y bolsillos: desde una postal a un bargueño, desde un pin a objetos de anticuarios con género más importante», apunta Madrid. La feria permanecerá hasta el domingo con horario de 11 a 14.30 y de 16.30 a 21.00. El precio se mantiene en 3 euros y la entrada será válida para los tres días.

La actividad no se limita únicamente a la venta. Los expositores también están abiertos a la compra de objetos que puedan suscitar su interés, dice Mari Cruz Madrid: «Cualquier persona que quiera desprenderse de algún objeto tiene la oportunidad de comprar, pero también de hacer negocio con ellos, porque los expositores son compradores y vendedores». Ese es «otro punto útil» de este tipo de eventos, concluye Madrid.