Ascendió al equipo y ahora el reto es asentarlo entre lo más granado del fútbol juvenil
25 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Suso Mella reparte su tiempo entre la hostelería y el fútbol. Lleva casi dos décadas en los banquillos, antes en la estructura del Santiago y desde la fusión con el Conxo al frente del conjunto juvenil de División de Honor. Ocupa la séptima plaza con 22 puntos y este domingo a mediodía recibe al Oviedo, sexto con 24.
-Dieciséis equipos, cuatro descienden, otros tres o cuatro están siempre arriba. La División de Honor Juvenil es una locura.
-Es una categoría muy estresante y exigente. Diría que los e arriba son cinco. Quedan once para cuatro descensos. Eso obliga a estar en tensión toda la temporada. Un par de derrotas te pueden meter o acercar al pozo, ganar es muy difícil.
-Les costó un poco arrancar. ¿Ya le han tomado el pulso a la categoría?
-Salvo dos jugadores, ninguno conocía la categoría. Y el cambio desde Gallega, Primera Regional o alguno que subía de cadetes es muy grande. A eso se le sumó un calendario complicado al principio. En Oviedo pagamos la novatada. Pero a partir de ahí nos fuimos cohesionando, con mucho trabajo semanal, sobre todo para estructurar la defensa. Faltaba gol, y entre Mella y Fuentes cogieron la onda de marcar. Logramos acceder a zonas más tranquilas.
-¿Cuánto entrenan a la semana?
-Cuatro sesiones de 90 minutos de entrenamiento real. Los vídeos y las charlas van aparte. Seis horas, más otras tres. Unas nueve horas.
-¿Cómo consiguen la información de los rivales?
-En esta categoría hay una plataforma donde nos mandan todos los partidos grabados. El domingo ya tenemos las grabaciones de todos los encuentros.
-¿Cuántos jugadores de la plantilla seguirán siendo juveniles la próxima campaña?
-Ocho. Uno de primer año y siete de segundo.
-La reconstrucción no tendrá que ser tan acusada.
-Nuestra idea es esa. Cada año son más escasas las generaciones de futbolistas. Pretendemos ir metiendo ya de primer y segundo año, para tener una base, que no seamos novatos totalmente todos. Ahora nuestro objetivo es afianzar el equipo en la categoría, no ser un ascensor. Para eso es imprescindible tener una base fuerte. Si logramos asentarnos, ya nos plantearíamos otras metas.
-¿Los de arriba concursan aparte?
-Estos últimos años Celta y Sporting son inaccesibles. El Deportivo lleva un tiempo en el que no acaba de asentarse en la disputa por el título.
-¿Por qué el Celta es el gran dominador de esta etapa?
-Manejan el mercado de jugadores cómo quieren, fichan dónde quieren, incluso en el extranjero. Si trabajas con sesenta juveniles, alguno saldrá.
-Y lo difícil que es dar el salto al fútbol profesional. ¿Qué nombres se le vienen a la cabeza, a bote pronto, en Santiago?
-Pablo Insua y Borja Iglesias. Llegan muy pocos. Pero siempre hay alguno. No uno cada año. En Tercera y Segunda B hay muchos que salen de aquí. Hay un jugador que trabajó con nosotros y ahora está en el Coruxo, cedido por el Deportivo: Pablo Brea. Va a llegar, seguro.
-¿Las nuevas generaciones se están aburguesando?
-Simplemente, el cambio social se nota muchísimo. Antes todos los niños jugaban el fútbol en su barrio, era lo más accesible. Hoy tienen otras cosas. La capacidad de sacrificio de hoy no es la de antes. La informática y las tecnologías rompieron la dinámica de salir a la calle. No tienen esa capacidad de sacrificio. Les dices que hay que entrenar nueve horas a la semana y se lo piensan dos veces. Antes, les ofrecías una categoría superior y ya no dormían. Hoy les da un poquito más igual.
-¿Cómo viene la segunda vuelta?
-En esta categoría las segundas vueltas suelen ser distintas a las primeras. El que puede se refuerza, los de abajo aprietan para salir, los de arriba para disputar el título... Hicimos una primera vuelta espectacular, para nuestro equipo. Era impensable llegar con 22 puntos. Seguimos con la misma dinámica. Si repetimos será sensacional, porque todo el mundo se refuerza.
-¿Y ustedes?
-Siempre estamos abiertos a que algún jugador interesante pueda llegar. Pero es complicado. En Santiago y comarca no suele haber muchos jugadores.
-¿En cuantos puntos suele estar la permanencia?
-Sobre los 32. Este año seguramente hará falta alguno más.
-¿Se ven en el futuro como el referente del fútbol compostelano en División de Honor?
-En el club hay casi cuatrocientos jugadores. Como le decía, ahora el objetivo es tratar de ser un habitual en la categoría. A partir de ahí, en la medida de lo posible, estar más arriba. Y siempre ir sacando jugadores. Creo que sería muy interesante para Santiago ser una referencia. Muy pocos jugadores disputan la División de Honor. Y es un escaparate muy importante.