Las filtraciones de una casa en ruinas ponen en jaque un negocio turístico

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Los prestigiosos apartamentos Bolboreta, en el Pombal, sufren daños en su interior

21 ene 2020 . Actualizado a las 11:12 h.

La recuperación de uno de los espacios más degradados de Santiago se hizo a golpe de inversión privada y de la mano de empresarios que, tras adquirir varias casas en ruinas del Pombal, las convirtieron en establecimientos de hostelería y hotelería. En la manzana del Pombal que queda entre las rúas Campo do Cruceiro do Gaio, Travesía Cruceiro do Gaio y Pombal, aún queda un inmueble en estado ruinoso que trae de cabeza a los propietarios de Bolboreta Suites, uno de los negocios turísticos mejor valorado de Santiago, a los la cafetería Tertulia y a los de los apartamentos Pombal. Estos últimos tienen una puntuación de 9 sobre 10 en la plataforma Booking, y Bolboreta Suites alcanza el 9,8 en la misma plataforma, y algunos de los comentarios de sus huéspedes elevan su nota hasta el 10. «Esto es producto de mucho esfuerzo personal, de dedicación las 24 horas, de mucho trabajo», explica Silvia Casas Fraga. Sin embargo, todo este trabajo «choca desde hace años con los problemas que genera la casa del número 3 de la Travesía do Cruceiro do Gaio». La vivienda está «en ruinas, y filtra agua para la planta baja de los apartamentos. No es solo humedad, cae agua. Ante esta situación, la pared de piedra del dormitorio, que era uno de los alicientes, tuvimos que taparla con una pared de pladur, y tengo un deshumidificador funcionando todo el día. Ni así se consigue resolver el problema».

Silva Casas Fraga, junto a los propietarios de las demás casas colindantes con la que está en ruinas, presentaron el pasado mes de octubre una denuncia ante el Concello para que actúe e inste a sus propietarios a cumplir con la obligación de mantener en buen estado el inmueble.

«No sé nada del Ayuntamiento», y tampoco se perciben movimientos por parte de los dueños de la casa. «Lo último que supimos es que se vendió, pero no hay nada previsto para resolver el problema», explica la hostelera. La vivienda cada vez se deteriora más y los vecinos colindantes «desconocemos lo que hay dentro. No sé cómo está y ni siquiera puedo saber si mi propiedad está amenazada por un derrumbe», apunta.

«Cruje la madera y se oye corriente de agua y aire»

Los problemas de la casa ruinosa se pusieron hace años en conocimiento del Concello «por medio de la aplicación Línea Verde, y aún sigue como incidencia pendiente», explica Silvia Casas. Ante la falta de respuesta se unieron para presentar una denuncia ante el Ayuntamiento, pero «tampoco vemos interés por ofrecer una salida». Casas explica que «los días y los meses pasan sin que veamos el interés. Me siento abandonada».

Al entrar en el inmueble, después de una noche sin deshumidificador, un fuerte olor a humedad habla por sí solo. Las filtraciones de agua afectan al apartamento de la planta baja, y más concretamente a la pared de la habitación. Por la inclinación del terreno, la planta baja de los apartamentos Bolboreta está situada por debajo de la primera planta de la casa ruinosa, por lo que parte de esa pared tiene al otro lado tierra que acumula el agua de lluvia. «Sobran las explicaciones al entrar en la casa. Tengo un ambientador fuerte para reducir el mal olor, pero la humedad se nota nada más entrar». En el escrito, remitido el pasado mes de octubre al Concello, se dice que la situación «se ha agravado y hace varios meses parte del tejado se ha derrumbado, dejando a la intemperie la vivienda». En la casa ruinosa se acumula el agua de la lluvia «que se va filtrando por las paredes medianeras de piedras porosas, ocasionándonos problemas de humedad en nuestros inmuebles, y molestos e inquietantes ruidos dado que se trata de casas antiguas construidas con vigas de madera, que han quedado totalmente expuestas a la intemperie». Los propietarios afectados aseguran que existe un «riesgo grave de derrumbe», y es habitual escuchar «crujir la madera, movimientos de agua y corrientes de aire, además de filtraciones en nuestras propiedades por capilaridad», explica.

Los afectados por daños en sus negocios denuncian que se vieron obligados a realizar obras para «intentar minimizar la afectación y poder continuar con nuestras actividades profesionales». Casas Fraga indicó que, en su caso, realizó una fuerte inversión en proyectos, seguros, licencias para poner en marcha los apartamentos, y todos los años «cerramos en enero para hacer obras de mantenimiento, pero el tema de las filtraciones es algo que nos quieta el sueño. Ojalá los dueños de la casa hablaran con nosotros para llegar a un acuerdo y resolver el problema», propone como solución.