La presión de la vivienda turística subió un 14 % el alquiler en el 2019

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

El incremento de los precios en Santiago, en un contexto de fuerte recorte de la oferta, es el mayor entre las ciudades gallegas

10 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Es la ley de la oferta y la demanda. Con una oferta de viviendas en alquiler claramente insuficiente para atender la elevada demanda que soporta Santiago, los precios suben. Y repuntan muy por encima de su evolución en el resto de las principales ciudades gallegas. Solo durante el 2019 el precio medio del alquiler se encareció en la capital un 14,2 %, prácticamente el doble que en A Coruña (7,4 %) y casi el triple que en Lugo (5,4 %), las siguientes urbes de la comunidad que experimentaron mayores subidas en el 2019, año en el que este segmento del mercado inmobiliario registró incluso caídas en las ciudades del sur: Ourense (-2,6 %) y Vigo (-1,2 %).

Este comportamiento del alquiler en Compostela, que acreditan los datos compilados en el último informe del portal Idealista, se produce en una coyuntura marcada por la proliferación de las viviendas de uso turístico y su impacto sobre los arrendamientos residenciales. La clave está en que en el cambio de orientación de este nicho tradicional de la inversión en la ciudad. Los propietarios han basculado del alquiler pensado para universitarios y funcionarios al dirigido a turistas, una clientela que multiplica sus beneficios. La propia ubicación de la oferta de pisos turísticos, con predominio en las calles del Ensanche antaño copadas mayoritariamente por estudiantes, corrobora este nuevo paradigma. De las consecuencias de este nuevo escenario alertó en octubre pasado la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalín), al asegurar que las 116 viviendas para alquiler residencial que entonces estaban disponibles en la ciudad apenas podrían solventar las necesidades habitacionales de 320 personas.

Así las cosas, la fuerte subida de los precios del alquiler en Santiago enciende una nueva alarma en un ámbito en el que el Concello ha movido ficha al extender a toda la ciudad el veto a nuevos alojamientos turísticos. Según el informe de Idealista arrendar un piso de 100 metros cuadrados en el Ensanche supone un desembolso medio de 750 euros al mes, un 17,1 % más que hace un año.

750 €

Renta media de un piso de 100 metros cuadrados

Entre diciembre del 2018 y el mismo mes del 2019 el alquiler medio de esa vivienda ha subido en Santiago 100 euros.

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Viviendas turísticas que figuran en el registro de la Xunta

El Concello estima que a estas hay que sumar alrededor de 900 que operan sin regular.

El sector hostelero insiste en que esos pisos deben estar regulados para competir «en igualdad»

«¿Por qué sube el alquiler de los pisos en Santiago?. Está claro, los pisos turísticos», comenta Sara Santos, presidenta de la Asociación Hostelería Compostela. Explica que la subida del precio del un 14 % en Santiago es «consecuencia de la falta de viviendas para el alquiler. La situación es que hay unos malos y caros, o buenos, pero muy caros». La presidenta de los hosteleros insiste en que la subida de los alquileres contribuye a que la gente se vaya fuera de Santiago, «aunque ahora en O Milladoiro también empieza a ser prohibitivo». Asegura conocer casos de personas que llevan «meses esperando por un piso mínimamente normal, pero es casi imposible».

Desde la entidad se insiste en la necesidad de establecer normas para que «todos juguemos con las mismas normas». Reiteró que los hoteleros «no estamos contra los pisos turísticos legales, pero el problema es que hay muchos más ilegales que legales». Sara Santos reclama «que se pongan las mismas normas. Yo no me opongo a tener un hotel frente al mio, pero siempre que todos tengamos las mismas normas. Que paguen los impuestos que pagamos nosotros, que tengan los seguros que nosotros. Si quieren ser hoteleros, que lo sean con todas las consecuencias. Los pisos tienen que ser regulados e en igualdad de condiciones con nosotros», recalca.

La portavoz de los hoteleros confía en que «sea posible resolver este problema, que nos afecta a todos. Es un tema también de seguridad». Santos se muestra esperanzada con el control de los pisos turísticos, y «cuando tengan que cumplir unas normas y asumir costes, ya no será tan rentable como parece ser ahora».