PP y BNG le reprochan falta de agilidad para formular las cuentas
09 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El gobierno local abrirá contactos de inmediato con la oposición para negociar los presupuestos municipales del 2020, una iniciativa que populares y nacionalistas le reclamaban ayer mismo, después de que el año arrancase con las cuentas del 2019 prorrogadas y ante la urgencia que reclama la proximidad del año santo del 2021. Con un borrador que superará la disposición económica del pasado año (sobrepasará los 110 millones de euros) y un capítulo inversor muy condicionado por proyectos europeos ya programados, intervenciones de urgencia y los compromisos con la Xunta para la mejora de los accesos de los Caminos de Santiago, el equipo de Sánchez Bugallo abrirá esos contactos mañana, en sendas reuniones con el BNG y Compostela Aberta (CA). El lunes lo hará con el PP, en una ronda inicial establecida en función del nivel de representatividad de cada formación en el pleno, yendo de menor a mayor.
El gobierno no habla de interlocutores preferentes. Con disponibilidad a dialogar con todos los grupos, busca un acuerdo con quien más se pueda aproximar a su propuesta y cuyas demandas encajen mejor en ella. Su intención es cerrar las cuentas cuanto antes, pero difícilmente entrarán en vigor antes de finales de febrero, en el mejor de los casos. Los plazos de estudio económico del proyecto final y su tramitación alargarán el proceso hasta entonces, siempre que las negociaciones se resuelvan pronto.
El BNG ya da por perdido el primer trimestre de este año a efectos de ejecución presupuestaria. Porque en esa primera reunión no se les presentará todavía un borrador, según Goretti Sanmartín, quien observa «desidia». «Este goberno ten moi pouca axilidade», concluye la nacionalista, en coincidencia con el PP, cuyo portavoz económico, Ramón Quiroga, se despachó ayer con el «ritmo de xestión do século pasado» que observa en el gobierno local.
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Isto esixe outro ritmo
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Según Quiroga, este ejecutivo viaja «en tren de vía lenta». Y lo peor, apunta, es que «nada parece sinalar que a dinámica vaia mudar». El popular no cuenta con que haya presupuestos hasta marzo o abril. De ahí infiere que «se perderá un ano de mandato», al tiempo que reprocha que «as obrigas municipais esixen outro ritmo». Y defiende que es posible presentar los presupuestos con más antelación. El PP contaba con los del 2015 aprobados de forma definitiva a principios de enero, después de tramitarlos en noviembre del 2014, «nunha situación moito máis adversa e con menos tempo», recordó el entonces concejal de Facenda.
Los populares se muestran abiertos a una negociación transparente y a mantener «total colaboración» para sacar los presupuestos adelante, aunque se temen que Bugallo «remate inclinándose máis por ter como socio prioritario a CA e o populismo de esquerda, como coas ordenanzas fiscais». El principal grupo opositor cuestiona que todavía se desconozcan iniciativas estratégicas para la ciudad y demanda que los presupuestos se acompañen de indicadores económicos que cuantifiquen objetivos.