Al belén de Mallou de Arriba no le falta ningún detalle

La Voz

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Rogelio y David Pérez empiezan en verano con el montaje de mil piezas

28 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El belén de Mallou de Arriba no tiene mucho más espacio para seguir creciendo. Este año ya ocupa todo el local de la tienda de barrio del número 24, que se vació para cumplir el deseo de Rogelio Pérez y su hijo David Pérez Castro de hacer más grande el nacimiento que comenzó a montar el padre y abuelo de los artistas en su casa de Meixonfrío. «Todos los años, y van siete en el local de Mallou, es distinto. Se cambia el lugar del desierto, se hace una montaña distinta, el castillo de Herodes es nuevo este año», comenta Ana Castro, la madre de David. Un amigo le hizo el cierre del mercado medieval para realzar aún más una de las partes más llamativas. Al belén de Mallou no le falta ningún detalle, pero tampoco le sobra nada. El agua corre por el cauce y cae por la cascada; mueve el molino, y las frutas relucen en los puestos del mercado y en los arcones de los pastores. En las tierras crecen las lechugas y hasta nacen fresas. «Las plantas se riegan y, después cuando crecen mucho se trasplantan a la huerta», asegura David, que es junto a su padre, Rogelio, creador de una decoración que no se planifica. «Empezamos a montar las figuras y el decorado va surgiendo, todos los años cambiamos algo». No tienen un cálculo exacto del número de piezas que componen su belén, «algo más de mil, porque tenemos más pero no se ponen todas». El número de figuras aumenta cada año, porque «compramos piezas en todos los lugares a lo que viajamos. Hace dos años trajimos 300 de Alicante, y el año pasado tuvimos que comprar una maleta para traer las que compramos en un mercadillo de Sevilla». Las primeras figuras y casas, que se usaron para el primer belén que montó el abuelo de David, eran cincuenta, y algunas siguen expuestas. Otras como, los Reyes Magos, se retiraron para poner otras más llamativas que destacan en el montaje eléctrico que mueve las figuras en círculo alrededor del portal. Se mire hacia donde se mire, el belén de Mallou despierta la admiración de los vecinos que acuden a verlo. Ana reconoce que le gusta que vayan a verlo y, fundamentalmente por las tardes, la puerta está abierta. El belén podrá visitarse hasta febrero, y solo entre el 3 y 6 de enero estará cerrado. El montaje logró el primer premio del concurso del Concello en el 2011, 2013 y 2014, y segundo, en el 2012. «Después no hubo más convocatorias, es una pena». Los que acudan a verlo, si quieren, pueden llevar alimentos que la familia donará al Cottolengo. 

FORXAN

Solidaridad con los más próximos 

Cerca de treinta familias de Negreira son beneficiarias de la ayuda solidaria de doscientos kilos de carne donados por el barcalés Jesús Capeáns, de Carnicería Suso. Por octavo año, el empresario quiso contribuir así a la campaña de la Asociación de Amas de Casa, que tiene como principales destinatarios a setenta personas, principalmente, niños y mayores. Esta ayuda fue repartida el pasado día 19, mientras la campaña solidaria continúa hasta el 8 de enero. Según la presidenta del colectivo, Soledad de la Fuente, el ritmo de donaciones de alimentos no perecederos en los supermercados de la villa está siendo mucho menor que otros años. «Necesitamos todo lo básico; aceite, leche, harina, azúcar o legumbres», señala Soledad. Esperan repartirlo antes del 31 de diciembre, en colaboración con los Servizos Sociais del Concello. 

IRENE MARTÍN

El reencuentro de los primos Carou 

Llovía a mares y el viento tiraba árboles y vallas. A pesar de los aguaceros, los primos Carou celebraron un animado ágape navideño en el restaurante San Clemente con sus respectivas familias. Son hijos de IsabelLibertad y Gelito, porque al café se le unieron las holandesas, Luisa y Joyce. También asistieron los venezolanos Magaly y Gustavo, primos por la rama Fraga. Los emparejamientos a la mesa fueron fáciles: los radiofónicos Checho y Vita; los universitarios Chabela y Javier; los cuñaos David y Fran; los músicos Martín y Valeria; los aficionados a la guitarra Irene y Daviciño… Ana y Alicia, BeaFonsiAsun y Manolo. Cierto que echaron de menos a Elisa y Valentín, pero, emparejados o mezclados, gozaron de un feliz reencuentro que dejó buen sabor a todos, gracias también a la hospitalidad de la casa.