Las famosas tortillas de Moha se van al antiguo restaurante A Sucursal

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Ya está en marcha la reforma del local de Santo Agostiño y pretende reabrirlo en el próximo mes

18 dic 2019 . Actualizado a las 14:26 h.

Había anunciado que se iba. Que la presión de los alquileres en la Rúa Nova lo obligaban a llevar sus famosas tortillas a otra parte. Y Mohamed Azibou El Hemam, más conocido como Moha, ya ha encontrado un nuevo local en el que ofrecer esas generosas tapas de tortilla huevona que tan populares se han hecho. Se trata del espacio que antes ocupaba el restaurante A Sucursal, en la rúa de Santo Agostiño, a unos pasos de la Praza de Abastos. De hecho, ya está en marcha la reforma. Cuenta este hostelero afable, vinculado al teatro y amante de la fotografía, que su intención es avanzar todo lo posible en las obras antes de irse a Marruecos a pasar las fiestas navideñas. Espera, si no surgen complicaciones y retrasos, abrir las puertas en el nuevo emplazamiento para el próximo mes, a la vuelta.

Él ha decidido ya hasta el nombre. «A Sucursal de Moha», revela, y avanza que «va a seguir en la misma línea» que el Moha Rúa Nova. Lo mismo hizo cuando dejó La Tita para irse a solo unos metros del antiguo local, manteniendo el espíritu y la receta maestra con la que consiguió reflotar aquella taberna del número 46 por la que pocos apostaban un duro. El marroquí, que llegó a Compostela para unos cursos de verano y acabó matriculándose en Filoloxía Hispánica —carrera que dejó por los estudios de fotografía en la Escola Mestre Mateo—, contaba ya con la experiencia anterior del Calpe, en la rúa do Peso. Ahora abrirá un nuevo capítulo en Santo Agostiño. La aventura continúa y Moha está decidido a plantar cara a la gentrificación en el casco histórico, hasta donde sea capaz.

El Giro de Santiago

Cinco etapas en cinco días. Algo más de 650 kilómetros. Escaladas y contrarrelojes. Todo esto superaron los participantes del primer Giro de Italia celebrado en el gimnasio Espagat de Santiago. Pero, como en toda competición, hubo deportistas destacados. En este caso, demostraron su destreza en la prueba de ciclo indoor Cristóbal López, que resultó el vencedor. En segunda posición quedó Fernando Mosquera, que estuvo representado por su hijo Brais en la entrega de premios. Y el bronce se lo llevó Pablo Díaz. Con este singular reto físico, dirigido por los profesores Pablo Carabán, Víctor Miragaya, Alberto Maril y Jorge Pérez Fernández, se buscaba incentivar la práctica de deporte de forma amena, saliendo de las rutinas. Pero esto no acaba aquí. El Tour de Francia será en febrero y, en mayo, su peculiar Vuelta a España.

Diestro en ciencias y en letras

El común de los mortales suele elegir entre letras y ciencias, en función de en qué campo se desenvuelvan mejor. Pero hay gente que desafía este equilibrio ecosistémico, como el escritor y periodista Luís Pousa, que desde la semana pasada es también doctor en Matemáticas, logro que agradecía «a todos los que me han ayudado en el camino». Su tesis (dirigida por la vicerrectora de Titulacións de la USC, Victoria Otero Espinar, y Josep Pla, profesor emérito de la Universidad de Barcelona) aborda el impacto de la obra de Leibniz en los trabajos del matemático Georg Cantor, quien redefinió el infinito, entre otras aportaciones.

MÁS HISTORIAS DE PATRICIA CALVEIRO