Francisco Rabuñal: «Vamos a seguir luchando para que la ciudad tenga los juzgados que necesita»

Francisco Rabuñal lleva dos años al frente del Colegio de Abogados de Santiago y le ha tocado dirigir la institución en uno de los momentos más significativos de su muy larga historia, ya que este año ha cumplido su 175 aniversario. El decano hace un balance muy positivo de todos los actos organizados para conmemorar la efeméride y cree que el gran reto de futuro será mantenerse en los niveles actuales.

-¿Qué balance hace una vez celebrados casi todos los actos del 175 aniversario?

-El balance es positivo por dos razones. Primero, porque en el primero de los actos [el celebrado en la Fundación Granell], que era el que estaba enfocado a la ciudadanía, pues tuvimos una gran aceptación y estuvieron la mayor parte de los representantes de la ciudad y pusimos en valor ante todos el hecho de que realmente el Colegio de Abogados no es una institución para abogados, sino de abogados para el pueblo, para la ciudadanía. Y segundo, porque al margen de otros pequeños actos que hicimos, porque el día del cierre [la gala de noviembre] tuvimos una gran representación de colegiados, porque ese era su día. Creo que ha quedado patente que somos una institución viva después de 175 años, que es necesaria para la regulación de la profesión y, sobre todo, que aglutina todos los esfuerzos de los colegiados por la defensa de los derechos y las libertades. Y ese es el fin último del colegio.

-El Concello de Santiago ha anunciado que les va a entregar su medalla de oro, ¿lo esperaban o ha sido una sorpresa?

-Pues la verdad es que el balance final podemos medirlo no por la nota que nos demos nosotros, sino por la que nos da el Concello y si ellos deciden darnos la medalla de oro es porque nos ven merecedores de ese reconocimiento de la ciudad. El Colegio, además de una de las instituciones más antiguas de Santiago, es también una de las más activas, con más presencia en la ciudad y de las que más defiende sus intereses y los de su comarca. Por ello creo que esa medalla de oro sí es merecida. Y no lo digo por los que estamos ahora, sino por todos los que nos han precedido en estos 175 años y por su aportación a la historia, con colegiados que han sido desde presidentes de la Cámara de Comercio hasta alcaldes de la ciudad o ministros de Gracia y Justicia en su época [como Eugenio Montero Ríos] u otros cargos. Por lo tanto, estamos contentos, evidentemente.

-Motivos tienen, no todas las instituciones reciben esa medalla de oro municipal.

-Sí. Yo pienso en los miles de abogados compostelanos que en los últimos años han pasado por el turno de oficio, por ejemplo, con un gran esfuerzo y dedicación. Solo por eso creo que el colegio ya se merece la medalla.

-¿Y qué retos tienen para los próximos 175 años?

-Creo que el principal reto es mantener la institución en los niveles en los que está. Que siga sirviendo a los fines a los que está previsto, que es la defensa de los que nos defienden, se podría decir. La defensa de los abogados pero encaminada siempre a que nosotros podamos así defender a todos los ciudadanos. Pero hay otros retos, como dignificar todavía más, desde el punto de vista económico, la justicia gratuita. Los baremos están ahí y se ha mejorado mucho por parte de la Administración, pero esos esfuerzos todavía no son suficientes. Y otro de los puntos pendientes es seguir luchando porque la ciudad tenga todos los juzgados que precisa y necesita. Y si bien ahora acabamos de conseguir uno nuevo de lo social, ese camino debe continuar.

-¿Cuál es el siguiente objetivo?

-Un juzgado único de familia, que está muy saturado, que los equipos psicosociales que evalúan y emiten informes se refuercen para evitar los retrasos actuales, que superan el año, y eso influye mucho en incapacidades o procesos de familia. Y también debería haber un juzgado exclusivo de violencia de género.

«Traba es una gran persona que hizo un trabajo magnífico al frente de la Policía Local»

En la gala que el Colegio de Abogados de Santiago hizo en noviembre le entregaron por sorpresa una medalla de oro al ya exjefe de la Policía Local, José Manuel Traba, que está a punto de jubilarse. Un detalle con el que quisieron premiar «a una persona que ha tenido un trato amable y colaborador con nuestro colectivo y que ha cambiado muchas de las relaciones existentes durante mucho tiempo», pero también mostrar su reconocimiento a todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado «y decirles que les tenemos muy en cuenta y queremos reconocerles todo lo que hacen bien», señala.

-No solo los abogados, en esta ciudad van a ser muchos los que echen de menos a José Manuel Traba, empezando por el gobierno local.

-Pues así es, porque Traba es una gran persona, muy amable, y que hizo un magnífico trabajado al frente de la Policía Local. Además, yo tengo una anécdota personal con él, porque lo examiné cuando pasó las pruebas físicas.

-Acláreme eso, por favor.

-Antes de ser abogado, yo fui juez de atletismo y de ciclismo y hubo una época en la que, para seleccionar a los policías, nos encargaban a nosotros el control de las pruebas físicas y uno de ellos fue Traba. Y las pasó con creces, doy fe.

-Fue muchos años vicedecano, ¿pero de qué se siente más orgulloso de sus años como decano?

-Una pregunta muy difícil. La verdad es que me siento orgulloso de haber mantenido la institución en los niveles que tenía cuando yo la recogí. Creo que eso ya es importante. Podría decir también de que se haya creado el nuevo juzgado de lo social, pero la realidad es que es un trabajo hecho muchos años atrás. Yo solo pido que el colegio mantenga el nivel en el que está, que es de verdad muy bueno.

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