Roban en la tienda Apple de Santiago y se llevan móviles por valor de más de 40.000 euros

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Los ladrones entraron en el local forzando la puerta del almacén anexo y agujereando una pared de pladur

22 nov 2019 . Actualizado a las 01:06 h.

La tienda Apple de Santiago, situada en la calle Barcelona, ha sido objeto de un robo en el que los ladrones se han hecho con un cuantioso botín valorado de forma inicial por los responsables del comercio en más de 40.000 euros.

Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del sábado al domingo de la semana pasada, aunque la denuncia se presentó el martes en la comisaría de la Policía Nacional de Santiago. El robo se produjo entre las 5 y las 7 horas y la alarma que protege el establecimiento llegó a sonar, pero el responsable de la tienda acudió al lugar y al no ver nada sospechoso se marchó.

Los cacos debían estar en ese momento conteniendo la respiración, porque todo apunta a que ya estaban en el interior del establecimiento cuando el dueño acudió a ver por qué había saltado la alarma. También cabe la posibilidad de que huyeran momentáneamente del local y que, al ver que no acudía la policía y que tenían el terreno libre, decidieran volver para continuar con el golpe.

Los ladrones entraron en la tienda forzando la puerta del almacén, que está anexo, y desde allí rompieron una pared de pladur que les permitió acceder a lo que iban buscando: los teléfonos de alta gama.

En total, y según las valoraciones iniciales, se llevaron entre 40 y 50 teléfonos de alta gama. Una vez que fue presentada la denuncia y la comisaría compostelana tuvo conocimiento de los hechos, se ha abierto una investigación que ya está dando sus primeros frutos.

Las primeras pesquisas apuntan a que los ladrones eran tres personas que acudieron a la tienda Apple encapuchados para ocultar sus rostros. Buena prueba de que no se trata de unos novatos y que sabían muy bien que su fechoría podía quedar grabada por una cámara de la que no tuvieran constancia, lo que haría muy sencilla su identificación.

Todo apunta a que conocían previamente el local y que su punto débil era el almacén contiguo, por el que se podía entrar sin necesidad de utilizar maquinaria pesada por la pared de pladur, un material de escasa resistencia. También parece seguro que contaron con un vehículo que les permitió cargar los teléfonos móviles robados y huir del lugar de forma rápida.