Cecilia Sierra: «Lo más importante es romper la barrera entre sociedad y universidad»

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

La nueva presidenta del Consello Social de la USC afirma que «la financiación de las universidades públicas tiene que ser pública, pero puede haber vías alternativas»

10 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Acaba de ser nombrada, pero Cecilia Sierra ya perfila las líneas maestras de los próximos cuatro años al frente del Consello Social de la Universidade de Santiago, al que llega por motivos sentimentales -es licenciada en Empresariales y fue muy activa en sus años como estudiante- y por la petición de la conselleira de Educación, Carmen Pomar.

-¿Con qué visión llega?

En primer lugar con una visión de muchísima ilusión. Desde que dejé la universidad poca ocasión tuve de volver a tener contacto con ella. Veces muy contadas, muy contadas. Creo, y suscribo plenamente las palabras del rector en un acto académico en el que coincidimos, que las personas que hemos pasado por la USC tendríamos que estar en deuda con la universidad y de alguna manera devolver el poso que dejó en nosotros.

-Eso que se dice que de la universidad pasa por nosotros.

-Efectivamente. Desgraciadamente, desde que empecé a trabajar tuve una desconexión con la universidad y eso va a tener que ser una de las líneas estratégicas, que lo que me ha ocurrido a mí no siga ocurriendo. Que el apego que hay entre los estudiantes no desaparezca cuando empezamos a trabajar.

-Este es un organismo bastante desconocido.

-Lo más importante es romper una barrera que existe entre la sociedad y sobre todo el entorno empresarial y económico y la universidad. Desde la sociedad, o desde el entorno empresarial, se percibe la universidad como un ente autónomo, quizá un poco endogámico. Hay un desconocimiento de lo que se está gestando en la USC, que puede competir a nivel internacional desde el talento de sus personas y esto se desconoce por parte del tejido social y del tejido empresarial. Creo que eso sería el primer paso, dar a conocer todas estas cosas para después dar el segundo paso, que es colaborar más estrechamente.

-Va a empezar por el principio.

-Casi, casi, [ríe]. También es cierto que a la universidad le falta ese toque de visualizar la sociedad y al tejido productivo como el futuro de sus estudiantes, que cuando acaban su formación sufren una brecha vital muy importante. Estamos en el momento cumbre de lo que es el grado de formación de nuestros estudiantes, hay un talento impresionante, pero lo que falta quizá es la perspectiva del ámbito laboral, de adaptarse a las maneras y a los valores de las organizaciones y eso desde luego no se va a aprender en la universidad, pero lo que sí es que se puede dar pistas, incluso potenciando la cultura de los antiguos alumnos, por ejemplo.

-Para eso están también las prácticas, ¿no?

-Es fundamental potenciar las prácticas. Si los empresarios conocen más el ámbito en el que se está moviendo la universidad, lo que está avanzando, creo que se van a animar más también a acoger en su seno a los estudiantes.

-¿Se reforzará?

-Efectivamente. El Consello es la herramienta idónea para lograr la comunicación mutua, ver que a la hora de las verdad sí que puede haber confluencias comunes, proyectos muy atractivos.

-Una de las labores del Consello es la supervisión económica de la universidad, que no ha pasado por sus mejores momentos.

-Sí, es una de sus funciones, pero creo que realmente su tarea va más enfocada a hacer que los recursos sean más eficientes. Sería una pena desperdiciar el talento que en estos momentos se genera en la universidad por estas cuestiones. Estamos en un buen momento porque una crisis siempre nos enseña que hay que cambiar el chip. Es importante que los órganos universitarios sean plenamente conocedores de lo que les rodea en Santiago: conocer las empresas, los estamento empresariales, palpar realmente lo que se van a encontrar los alumnos cuando salgan de la universidad.

-El año que viene hay que negociar un nuevo plan de financiación. ¿Es proclive a abrir la vía de la financiación privada?

-Esa es otra línea de acción importante. Las universidades tienen que tender a incluir fórmulas de financiación privada que les permita sostener aún en mayor medida. Desconozco en estos momentos cuál es la intención del equipo rectoral, pero es cierto que también el Consello puede desarrollar un papel muy importante. La financiación desde luego en las universidades públicas tiene que ser pública, pero a lo mejor puede haber vías alternativas de sostenimiento en ciertos capítulos.

«En la I+D+i quizá lo primordial ahora sea saber adaptarse al entorno, global y cambiante»

La financiación de la investigación mayormente pública y las pequeñas empresas, en ocasiones, no ven la colaboración potencial con la USC.

-La realidad que rodea en estos momentos a todas las empresas, a todas sin excepción, es global y cambiante. Quizá lo importante ya no sea la I grande, sino la i pequeña, de saber adaptarse al entorno. Es muy importante que los empresarios, no solo los grandes, sino también las pequeña empresas, los autónomos, sean conscientes de lo que se está haciendo en la universidad y que a ellos les puede ser de gran utilidad. Y desde la universidad es interesante que se conozca el abanico de posibilidades que les ofrece el entorno de Santiago en estos momentos, que es enorme. La labor del Consello tiene que ir más enfocada a estas cuestiones porque nos estamos jugando mucho.

-A veces parece que el Consello Social aprueba la liquidación presupuestaria y ya está.

-El papel del Consello tiene que ser más que el formalismo. Vamos a intentar hacer más eficientes los recursos y creo que estamos todos en la misma línea, por lo que percibo por parte del equipo rectoral y de la Xunta. Yo vengo de un entorno muy concreto desde un ámbito determinado de tecnología, de I+D+i, un entorno internacional. Urovesa empezó a exportar en el 84 y en estos momentos estamos en 25 países, vemos lo que hay fuera y es que no solo las empresas tienen que competir internacionalmente, también al universidad tiene que hacerlo. Tenemos que darlo a conocer a la sociedad, al entramado económico, a los propios estudiantes y generar un círculo virtuoso que haga que la USC se convierta en una universidad pionera. Que ya lo está siendo en parte, pero falta darlo a conocer.