El secreto de la longevidad gallega está en la dieta atlántica y su estilo de vida

j. gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Ana Belén Crujeiras insistió en los beneficios del pescado y verduras como el grelo

08 nov 2019 . Actualizado a las 00:51 h.

El secreto de la longevidad gallega, que se evidencia en la existencia de más personas centenarias que en otros lugares, o de edades avanzadas que disfrutan de buena calidad de vida, está en la dieta atlántica y en el estilo de vida asociado a ella. Así lo manifestó la bióloga Ana Belén Crujeiras, directora del grupo de investigación Epigenómica en Endocrinología y Nutrición del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) y del complejo hospitalario de la ciudad, en una concurrida mesa saludable que ofreció anoche en la sede de Afundación. Tras captar el interés de la audiencia en una amena intervención de media hora, respondió a las numerosas preguntas que le plantearon.

Crujeiras aludió a investigaciones realizadas en el IDIS sobre la dieta atlántica, que evidencian que compuestos procedentes de frutas y hortalizas son beneficiosas para permitir «una disminución de la incidencia de cáncer, mayor longevidad y una reducción de otras enfermedades». El secreto para conseguirlo, agregó, «está en nuestra despensa. Porque los gallegos que ahora tienen 100 años, antes tenían en su despensa grandes cantidades de verdura, de fruta, de pescado, las castañas, los grelos, los lácteos, sus conservas y el aceite de oliva. Estos alimentos tienen vitaminas, minerales, grasas saludables, proteínas de alta calidad y otras propiedades que mejoran nuestra salud», dijo.

Además, «estos alimentos previenen la diabetes, la enfermedad cardiovascular, el riesgo de cáncer y de muerte prematura. También ayudan a mantener un peso saludable y favorecen perder grasa, a ganar músculo y a reducir el perímetro de la cintura», insistió.

Alimentos frescos

Resaltó especialmente los beneficios del consumo de pescado y de las verduras como el grelo o el brócoli, por sus propiedades más beneficiosas, y que distinguen la dieta atlántica frente a otras también valiosas como la dieta mediterránea. El IDIS se preocupa ahora en poner más en evidencia los beneficios del grelo; y parte de la hipótesis de que son semejantes a los del brócoli, ya demostrados, por las semejanzas entre ambas verduras. Hay que elegir buenos alimentos, frescos, de cercanía y de temporada, en vez de procesados, por sus efectos antitumorales, antioxidantes y otros que aportan «beneficios importantes para la salud».

Pero la dieta atlántica, precisó la experta, «además de una alimentación saludable incluye un estilo de vida que contempla el ejercicio físico en las actividades diarias, en vez del sedentarismo; y prácticas que contribuyen al bienestar, como comer en familia, en torno a la mesa, conversando, o participando en fiestas familiares. Son factores ambientales que resultan positivos para un buen estado de salud y para envejecer de forma más saludable». Defendió que «una buena dieta resulta más adecuada para conseguir beneficios en la práctica clínica más rápido que el desarrollo de un fármaco».

La sesión fue organizada por La Voz de Galicia y Vegalsa-Eroski, con colaboración de la Fundación Dieta Atlántica -entidad que desde el año 2007 promociona esta forma de alimentación saludable- y el apoyo de Cooperativas Lácteas Unidas, Conservas de Cabo de Peñas, Conservas A Rosaleira y Aceites Abril.

«La obesidad es la segunda causa evitable de muerte por cáncer, después del tabaco» 

Ana Belén Crujeiras alertó en el inicio de su intervención de la problemática de la obesidad, que «tiene una alta prevalencia, crece notablemente en todo el mundo a gran velocidad». Y la dieta atlántica es también beneficiosa para prevenir la obesidad, insistió.

En España «el 70 % de la población tiene sobrepeso o obesidad. Las personas obesas consumen el 20 % más de recursos sanitarios y el 68 % más de fármacos», afirmó. Responsabilizó la obesidad de un elevado número de enfermedades crónicas y de muertes cada año. Resaltó que «el 82 % de las personas obesas no consideran que lo son, y no ven que sus hijos sean obesos. Eso restringe la posibilidad de tratar este problema». Y es importante, reiteró, porque disminuye la calidad de vida de la población más joven y «están apareciendo ya cada vez más niños con enfermedades de adultos».

Enfatizó que «el problema no es solo el exceso de peso, sino el acúmulo de grasa, sobre todo en la cintura». Destacó que «la obesidad es una enfermedad por si misma y está además muy asociada a las cardiovasculares, diabetes, otras relacionadas con el buen funcionamiento del cerebro como el párkinson o el alzhéimer, también dolencias del hígado, psiquiátricas, y cada vez se conoce más su relación con el cáncer. Se ha demostrado la relación de la obesidad con 13 tipos de tumores, sobre todo los de mama, colon, endometrio e hígado». Por eso, precisó, «la obesidad es la segunda causa evitable de muerte por cáncer, después del tabaco. Ya hay quien considera que puede llegar a considerarse el cigarrillo del siglo XXI».