La discutida traída de aguas de Grixoa continúa enquistada dos años después

e. forján SANTA COMBA / LA VOZ

SANTIAGO

FORXAN

Los vecinos de la localidad de Santa Comba denuncian la falta de permisos municipales

03 nov 2019 . Actualizado a las 05:05 h.

A finales de noviembre del 2017 una docena de vecinos de la parroquia xalleira de Grixoa denunció la falta de permisos municipales en la ejecución de la nueva traída de aguas impulsada por la Comunidad de Usuarios de Grixoa, sin oponerse a las obras, pero sí a que se ejecutasen fuera de la ley y con presuntas irregularidades. Dos años después, ese proceso sigue con el contencioso interpuesto con la asociación que gestiona la nueva traída. Tras una orden de paralización de las obras dictada por el Concello de Santa Comba en los últimos meses de la anterior legislatura, porque no se adaptaban al proyecto, se inició un expediente de reposición de la legalidad que otorgaba un plazo de tres meses para legalizar los trabajos.

Ese plazo expiró el 14 de septiembre, pero el Concello todavía no ha hecho pública su resolución a un proyecto al que la anterior junta de gobierno local le otorgó licencia de obra en mayo pasado.

Los denunciantes señalan que uno de los requisitos fundamentales para legalizar las obras pasa por la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio, que en julio pasado requirió informe a la Policía Local sobre la afectación de los trabajos al cruceiro y a la iglesia de San Xoán de Grixoa. Ese informe, emitido el 19 de julio, hacía constar que en el entorno del templo no se observaban obras recientes, dejando claro que las únicas eran las del cruceiro. Sin embargo, el 9 de octubre la Policía Local emitió un informe indicando que en la parte trasera del templo se hicieron al menos obras de canalización de una tubería, precisando el lugar exacto de su paso y que, ante lo expuesto, «se deixe sen efecto o informe» anterior del 19 de julio, sobre lo cual no se ha pronunciado Patrimonio Cultural, que el 19 de octubre informó favorablemente a la legalización de la traída.

Con anterioridad, el 3 de diciembre del 2018, ya se habían denunciado en Patrimonio daños en el cruceiro, solicitando un expediente sancionador. Esta denuncia se reiteró el 22 de marzo pasado, añadiéndole las obras en el entorno del templo. Los afectados aluden a una cuestión primordial, que la memoria descriptiva presentada para legalizar la traída de dos manantiales conocidos como Braña das Urceiras supuestamente «obvia» la existencia de obras en el entorno de la iglesia. Lo corrobora una única alusión relativa al cruceiro y las tuberías colocadas a ocho metros lineales, mientras que el informe de la Policía Local, acredita tales trabajos, por lo que aguardan una resolución contraria a la legalidad del proyecto.

El alcalde asume la necesidad de un proyecto ajustado a la legalidad

David Barbeira, alcalde de Santa Comba, es contundente sobre la polémica traída de aguas de Grixoa: «É necesario legalizar as obras e que os veciños poidan ter auga», a sabiendas de que es una patata caliente que tiene sobre la mesa el gobierno xalleiro y que todo hace indicar que, inevitablemente, será necesario un nuevo proyecto que «se axuste á legalidade e á realidade». Admite que el anterior gobierno del PP debió haberle buscado una solución antes de que el problema acabase en la justicia. Barbeira reconoce que el proyecto carecía de permiso de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural y que las obras ejecutadas por la Comunidad de Aguas de Grixoa no deberían de haberse realizado.