De Normandía al Obradoiro: 25 días de travesía con sol, nieve y lluvia en una bici adaptada

Recorrer del tirón 2.641 kilómetros no está al alcance de cualquiera. Menos aún, si la travesía se hace en una bici adaptada. Pero Karen Darke no es una ciclista cualquiera. La aventurera paratriatleta y medallista olímpica culminó una odisea entre Normandía y Santiago a través del Camino Francés en 25 días, enfrentándose a sol, nieve y lluvia en su viaje. Lo hizo junto a Paco Gualda, quien a sus 51 años hace ultramaratones y «otras locuras de ese tipo», cuenta el mallorquín a su vuelta tras la gesta. Explica que mantienen amistad desde hace años y que suele entrenar con la británica «cuando viene a Mallorca para prepararse de cara a la competición, aprovechando el buen tiempo que tenemos aquí». Y, siendo que Paco ya había completado la ruta jacobea en otras ocho ocasiones, la atleta (con una paraplejia que afecta a su movilidad de pecho para abajo) encontró en él un guía y compañero de gesta perfecto. «Es un reto que ella tenía. Ganó la medalla 79 para Gran Bretaña en los Juegos de Río y quería hacer una ruta en handbike de 79 días con final en Santiago. Ella venía de los Pirineos y yo me uní en la Bretaña en bicicleta», indica. Partieron desde allí el 26 de septiembre y, prácticamente un mes después, llegaban al Obradoiro bajo una lluvia intensa. «Tuvimos de todo, desde 40 grados en la salida hasta 2 bajo cero en O Cebreiro», relata. «Hicimos cuatro días de descanso, porque ella necesitaba hacer paradas, especialmente después de las subidas más duras, como los tres puertos seguidos que hay entre Saint Jean Pied de Port y Roncesvalles o la etapa que va de Ponferrada a O Cebreiro», continúa. Asegura que, aunque con descansos, masajes y bolsas calientes para reponerse del desgaste, nunca pensaron en abandonar: «Era imposible dejarlo. Karen no es de las que se rinden y te daba empuje moral cada día. Hicimos buen equipo, dándonos fuerzas el uno al otro». ¿Lo mejor? «Como siempre, la emoción de entrar en la plaza del Obradoiro. Es brutal. Para ella era su primer Camino y, aunque ya había estado dando charlas en la USC y conocía la ciudad, también se le puso la piel de gallina... de gallina mojada, en este caso», comenta entre risas. Para recibirlos en la meta jacobea, había venido el hermano de Karen (Simon Darke) desde Londres junto a su mujer y tres hijos. Uno de sus sobrinos, Archie, los acompañó en los últimos kilómetros en bici. Y Paco también tuvo sorpresa en la llegada: «Mi pareja (Mónica Sampedro), que vive en Ribeira vino a recibirme junto a su hija Erica y unas amigas». El mallorquín, que hizo por primera vez el Camino en 1989, ya piensa en el décimo: «Será en el 2021, en el año santo. Estamos pensando en salir desde la abadía de Samos y hacer todo el tramo gallego». 

Coctelería de premio

La primera edición de la Competición de Coctelería Boanerges estuvo reñida. Fueron tres días poniendo a prueba la destreza de los diez concursantes, la mayoría gallegos y canarios (José Gamiz, bartender del mercado santiagués, alma mater de este certamen, es de origen canario). Y fue precisamente un profesional de las islas, Enrico Basile, representante del Gran Hotel Bahía Real de Fuerteventura, quien se alzó con el primer premio. De subcampeón, Gabriele Secolo, del Monkey Bar & Grill de Tenerife. El primero de ellos ganó también la prueba de rapidez y otra en la que debía demostrar su capacidad de reacción y resolución usando los ingredientes que contenía una caja misteriosa. Secolo brilló especialmente en el maridaje con un plato propuesto por el chef Yayo Daporta. Además, Eva Lazo, del Glaç Manresa (Barcelona), venció la competición de creatividad; y Manuel Matos, de O Portugués (Boqueixón), la cata a ciegas. Gamiz destacó el esfuerzo invertido en las tres jornadas de retos, en una competición que contó con el apoyo de Diageo España y Royal Bliss. 

Julián Barrio, en Vieiro

El centro de atención social continuada Vieiro que Cáritas tiene en la capital gallega recibió la visita del arzobispo de Santiago, Julián Barrio, el mismo que presidió la inauguración de las instalaciones de Carretas hace un par de años. El centro, bajo la dirección de Patricia Camiño, se dedica a la atención de situaciones de exclusión social severa, con un carácter sociosanitario, personas sin hogar, con adiciones, con el virus VIH o sida.

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